El Banco de España impuso el pasado año a la Sareb (conocido como el banco malo) la retasación de toda su cartera de activos, los 50.000 millones de euros en inmuebles y créditos a promotor de los que descargó a las entidades bancarias en apuros, para poner su valor a precio de mercado. En total se revisaron 105.000 inmuebles, 80.000 préstamos y 375.000 activos contabilizados como garantías.
Como resultado, el 'banco malo' se ha visto obligado a provisionar un total de 3.012 millones de euros, 2.044 de ellos a cargo de las cuentas de 2015, y a los que se suman otros 968 millones de euros correspondientes a los dos ejercicios anteriores. La operación supuso un consumo de capital de 1.568 millones que aniquiló los 350 millones que le restaban, según información difundida por la propia entidad.
"Este ejercicio de valoración desveló situaciones diferentes en la unidad de activos inmobiliarios y en la de activos financieros. En la primera se detectó que, según la metodología de la circular, Sareb acumula plusvalías sin efectos contables y sin posibilidad de compensación. Por el contrario, en la de activos financieros arrojó unas minusvalías de 3.012 millones de euros (en el entorno del 9% de su valor contable y del 4,5% de la deuda contractual), lo que implicaba la necesidad de tener constituido a diciembre de 2015 un fondo de deterioro por esta misma cantidad
Para afrontar esta situación, y a fin de evitar una ampliación de capital que exigiera a los accionistas (bancos y aseguradoras españoles) aportar nuevos recursos, la junta ha decidido convertir en capital 2.170 millones de los 3.600 que asumieron como deuda subordinada. Con esta operación, Sareb hace frente a las necesidades de capital derivadas del nuevo marco contable que entró en vigor el pasado año.
Dicha normativa ha obligado a los responsables de Sareb a llevar a cabo una reexpresión de sus cuentas, repartiendo los ajustes y sus consiguientes provisiones por deterioro durante los tres años de vida del banco malo: Así, se anotarían 1.607 millones de euros correspondientes a 2013, otros 1.068 millones de 2014 y 337 millones de euros originados el pasado año. "Esta distribución evidencia cómo el principal efecto se produce en los años previos, en especial en el primero de la constitución de Sareb. Incluso es mayor en la medida en que consideramos que en el ejercicio de 2014 una parte sensible del efecto se produce por la aplicación del calendario que establece la circular para los activos sin garantía real, activos cuyo valor efectivo ya estaría dañado prácticamente desde el inicio", señala la Sareb en su informe anual, publicado este viernes.