Pasó el susto en las bolsas. Las fuertes caídas registradas en los primeros minutos de la jornada en los principales mercados europeos, tras confirmarse la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, se han ido moderando a lo largo de la sesión, a medida que los comentarios de las firmas de análisis recomendaban prudencia. El Ibex-35, que arrancó la sesión con descensos del 4%, pierde ya menos de un 2% a media sesión.
La misma tendencia se apreciaba en el resto de las principales bolsas del Viejo Continente, hasta el punto que Francfort y París reflejan descensos en el entorno del 1%, al modo de una sesión bursátil sin incidencias dignas de destacar. Mientras, Londres está a punto de darse la vuelta y comenzar a cotizar en positivo.
No obstante, determinados valores siguen padeciendo los efectos de la incertidumbre que ha generado la victoria de Trump y los posibles efectos en la economía estadounidense. Sin duda, el más destacado en este capítulo es el BBVA, fuertemente expuesto al mercado estadounidense por su filial norteamericana Compass, y que se deja casi un 7% pese a la moderación generalizada de los descensos.
En cambio, otras compañías con elevados intereses en EEUU han encajado mejor la noticia de la próxima llegada de Trump a la Casa Blanca. Son los casos de Santander e Iberdrola, cuyos retrocesos a media sesión apenas superan el 2%. Bankia, que se dejaba más de un 4% al inicio de la sesión por el efecto arrastre del sector financiero, pierde algo más de un 1%.
Igualmente moderó sus pérdidas OHL, que llegó a caer por encima del 5% y se deja un 2,5% a media sesión. La compañía controlada por Grupo Villar Mir cuenta con una amplia presencia en el mercado mexicano a través de concesiones de infraestructuras y, por lo tanto, se vería amenazada si Trump cumple su promesa de cerrar las fronteras con México y acabar con los tratados comerciales con su vecino del sur.
Compañías beneficiadas
Otras compañías con destacada presencia en EEUU han dejado atrás incluso los números rojos. Ferrovial, con seis concesiones de autopistas en el país norteamericano, se dio la vuelta después de una hora y media sesión y ya cotiza en positivo.
Para algunas empresas, el triunfo de Trump ha sido, incluso, una buena noticia. Sin ir más lejos, Grifols sube más de un 1%, toda vez que una de las medidas en las que más ha insistido el que será nuevo presidente de EEUU a partir del próximo mes de enero es en el incremento del gasto farmacéutico. Fabrizio Quirighetti, jefe de inversiones de SYZ Asset Management, apunta en un comentario de mercado sobre las elecciones la posibilidad de una reacción en positivo del sector sanitario. Grifols cotiza incluso en Wall Street.
En general, las valoraciones de los analistas tras la victoria de Trump han coincidido en una recomendación de prudencia a la espera de ver sus primeras decisiones como presidente del país. En este sentido, Link señala que el hecho de que el Partido Republicano controle tanto el Congreso como el Senado norteamericanos y no esté en completa sintonía con Trump podría derivar en que el polémico empresario no logre sacar adelante sus medidas más controvertidas.
Los tipos podrían mantenerse
Por su parte, Renta 4 incide en esta idea al indicar que "a pesar del efecto inicial, habrá que ver la capacidad real de Trump de llevar a cabo su programa económico, tanto porque resulte cuestionable en algunos de sus puntos como por que pueda ser bloqueado o moderado por el Congreso".
Además, la firma apunta a que el resultado electoral en EEUU puede hacer que se retrase la decisión de la Reserva Federal de subir los tipos de interés en su próxima reunión de mediados de diciembre, lo que significaría un estímulo positivo para las bolsas que contribuiría a reducir el impacto negativo causado por la victoria de Trump.
La gestora británica Aberdeen incide en la idea de que es “el momento de mantener la calma” y que buena parte de las ventas que se están produciendo en el mercado son irracionales.
Banca March se une a las recomendaciones de cautela para comprobar cómo será la transición de un Trump candidato a un Trump presidente, “dado que muchas de sus promesas electorales son de muy difícil implementación, máxime cuando han encontrado contestación incluso en el propio Partido Republicano”.
