"El rescate bancario no costará ni un euro al contribuyente". Ésta es una de las frases que más repitió el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en los auditorios españoles a lo largo del año 2012, después de que España pidiera una línea de crédito de hasta 100.000 millones a la UE para recapitalizar a la banca española. Hoy por hoy ya nadie se atreve a repetir esa frase. No hay duda de que el rescate costará, y mucho, a los españoles. Nada más y nada menos que unos 60.000 millones, aunque las cifras bailan un poco en función de quien las plantee.
La última que hemos conocido es la del Tribunal de Cuentas, que asciende a 60.718 millones de euros. Así figura en el 'Informe de fiscalización del proceso de reestructuración bancaria, ejercicios 2009 a 2015', en el que se ha analizado el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB); los tres Fondos de Garantía de Depósitos que existían hasta el 15 de octubre de 2011 y el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito -que sustituyó a los anteriores-; y el Banco de España.
Así, al desglosar las cifras del Tribunal de Cuentas vemos que la gran mayoría de las ayudas han sido aportadas por el Estado a través del FROB, 41.847 millones. Y el resto, casi 19.000 millones, las ha facilitado la propia banca a través del Fondo de Garantía de Depósitos. En cualquier caso, el Tribunal no da todo el dinero por perdido y advierte de que la estimación del coste no será definitiva hasta que no finalicen todos los procesos de restructuración.
Lo curioso es que estas cifras no coinciden con las del Banco de España, que sitúa el coste total de rescate algo por encima del Tribunal de Cuentas. Según el supervisor, los recursos públicos empleados por el Estado en el proceso de reestructuración bancaria suman ya 61.495 millones de euros, es decir, unos 780 millones más que lo que dice el organismo fiscalizador.
Además, el desglose de las cifras también es muy diferente. El organismo presidido por Luis María Linde achaca un porcentaje mayor del rescate al FROB, 53.500 millones, y solo 7.940 millones al Fondo de Garantía de Depósitos, menos de la mitad que el Tribunal de Cuentas. El pasado mes de septiembre, el Banco de España dijo también que, de momento, solo se habían recuperado el 5% de las ayudas, una cifra un poco desalentadora.
Este baile de cifras se produce porque son dos ejercicios distintos. El Tribunal de Cuentas ha tratado de hacer una estimación de lo que costará el rescate teniendo en cuenta todo el dinero aportado (inyecciones de capital y garantías), mientras que el Banco de España sólo tiene en cuenta las inyecciones y no resta lo que cree que se recuperará.
Lo que parece quedar claro es que la clave del coste final del rescate de los bancos en España va a depender de la venta de la participación del FROB en Bankia. El Estado controla el 100% de la matriz BFA, e indirectamente, el 65% de la filial cotizada Bankia, tras la desinversión del 7,5% del capital que realizó en 2014.