La decisión tomada por los británicos de abandonar la Unión Europea tendrá un impacto directo en la City londinense. El mayor centro financiero europeo, y uno de los más grandes en el mundo, se desintegrará con la marcha de banqueros y entidades globales a otras plazas dentro de la zona euro. Las ciudades más beneficiadas de esta migración financiera serían Fráncfort y París, y en menor medida Madrid. Esta es al menos la previsión que manejan todas las fuentes y analistas consultados por Vozpópuli.
La agencia de calificación crediticia Scope, en un informe de este mismo viernes, opina que aunque Londres permanecerá como "un centro financiero importante, con el tiempo irá reduciendo su escala, con las operaciones en euros potencialmente migrando a las capitales financieras que permanezcan en la UE, sobre todo Fráncfort y París". Aunque desde Scope ven ciertas dificultades para que la fuga bancaria sea completa, ven claro que las actividades de banca de inversión y de actividades de trading a lo largo de Europa acabarán estando más fragmentadas.
En concreto, los analistas de Scope ven probable que buena parte de los mayores bancos tanto británicos (Barclays, HSBC), como los del resto de Europa (Deutsche Bank, BNP Paribas, Société Générale) e incluso los suizos (UBS) continuarán redimensionando sus actividades de banca de inversión, así como otras actividades de banca retail, o gestión de patrimonios. "Incluso es probable una diversificación fuera de la UE, en Asia o Estados Unidos", añaden.
El passporting, un riesgo real
El principal riesgo para los principales bancos de mercados de capitales (no tanto en los comerciales) son los llamados derechos de passporting, que permiten a las entidades de Londres operar en toda la zona euro con libertad. "Es una gran preocupación para bancos como HSBC o Barclays, así como otros bancos internacionales que usan Londres como un hub financiero desde el que operar con toda la UE", tal y como señalan los analistas de Citi en un informe de este mismo viernes. Cualquier eventual impacto en este sentido, sin embargo, se derivaría de la futuras conversaciones entre Reino Unido y la Unión, "y del éxito en la renegociación de los derechos de passporting existentes". En función de estos acuerdos, los analistas de Citi contemplan diversos escenarios, que oscilan entre la permanencia tal cual del statu quo o diversas casuísticas que terminarían con la salida de los bancos de la capital de Reino Unido.
Un estudio elaborado por la propia City en octubre de 2013 concluía que casi cuatro de cada diez firmas presentes en Londres se plantearían abandonar la capital británica en el caso de brexit. Entre las entidades que ya han manifestado su opinión en este sentido están Goldman Sachs, cuyo CEO (Michael Sherwood) declaró que muy probablemente se transferiría una parte sustancial de su negocio en Europa desde Londres a una localidad de la zona euro. En el caso de JP Morgan, su máximo responsable (Jamie Dimon) dejó claro que una eventual salida de Reino Unido supondría la deslocalización de entre 1.000 y 4.000 empleos del banco hacia otros países.
"No puede ser que se vayan porque no quieren lo malo y en cambio pretendan quedarse con todo lo bueno de la Unión Europea"
Un analista español que trabaja para uno de los principales bancos estadounidenses en Londres lo tiene claro: "Creemos que va a haber una relocalización de la industria bancaria. La decisión de los británicos tiene consecuencias, y no puede ser que se vayan porque no quieren asumir lo malo de la Unión pero sí quieran quedarse con lo bueno", explica, al tiempo que señala que ya hay patronales bancarias y entidades concretas preparándose para la mudanza. Según su testimonio, en Goldman Sachs es una de las entidades donde están preparados para reducir al mínimo su estructura en Londres.
"El negocio de GS en Reino Unido supone alrededor de un 30% de los ingresos en Europa, pero en la City tiene entre un 70% y un 80% de los empleados. El plan es que aquellos que trabajan para los distintos países de la UE desde Londres se vayan para las oficinas regionales del banco en cada país. Solo la parte de negocio británica y el back office permanecerían en la sede londinense", explica este analista.
Francia apunta a ser el primer país cuya banca se relocalice en París, que desde hace años opta a ser una alternativa a Londres como capital financiera del euro. "El lobby de la banca francesa ya ha pedido volver a su capital", anticipa este analista. La preeminencia de la City se cimentó en varios factores (es el país donde se desarrollaron primero los mercados financieros), si bien parte de los impedimentos regulatorios se han caído. "Tanto a nivel de marco legal, como en infraestructuras, ahora es posible mudarse". Incluso en una ciudad como Madrid, que según fuentes financieras se verá beneficiada con la llegada de "hasta 300 empleos de alta calidad de la banca londinense".
Riesgo de un desplome del inmobiliario
Uno de los efectos de segunda ronda provocados por el brexit y la consiguiente salida de los bancos hacia otras capitales europeas sería el desplome del inmobiliario en Londres. Los analistas de Citi estiman que, dada la naturaleza 'londres-céntrica' del sector financiero, "no sería sorprendente si la salida de Reino Unido desencadenara una vuelta de los desplomes del precio de la vivienda similar a la de 2007-2009 (de un 18%)", que a su vez tendría un impacto en los niveles de provisiones de los bancos en un futuro más lejano.