Nada de autocrítica. La segunda jornada de la Comisión de investigación de la crisis financiera tiene como protagonista al exgobernador del Banco de España, Jaime Caruana, durante los años en los que se formó la burbuja inmobiliaria y financiera, entre 2000 y 2006.
Durante casi una hora, el exgobernador (y actual director general del Banco Internacional de Pagos) ha hecho un relato de su paso por el Banco de España y su visión sobre los motivos de la crisis. En el mismo, ha repetido en tres ocasiones que el regulador no tuvo "arsenal" suficiente para controlar la burbuja ni la crisis financiera que posteriormente llevó a España al rescate.
Al contrario, ha señalado que fueron las entidades las que "no prestaron atención a los escenarios macroeconómicos menos benignos de los que el Banco de España avisaba". Que, para ello, el regulador hizo recomendaciones desoídas a los bancos -en especial las cajas- y que ya en 2003 se avisó de una sobrevaloración de entre el 8% y el 20% en el mercado inmobiliario.
Caruana también ha negado su responsabilidad amparándose en que ni los mercados ni el FMI supieron tampoco ver los desequilibrios que se estaban formando en el sistema financiero. Al contrario, un informe del organismo internacional de 2005-2006 destacaba la fortaleza, capacidad de aguantar una crisis y buena gobernanza del sector financiero español.