Las elecciones presidenciales francesas están a la vuelta de la esquina y el atractivo y convicción de las diferentes propuestas son el instrumento determinante de cada candidato. Quedan alrededor de diez días para la primera vuelta, el próximo 23 de abril; y más de 20 hasta la segunda, fechada el 7 de mayo.
La lista de los cinco postulantes principales (Emmanuel Macron, François Fillon, Benoît Hamon y Jean-Luc Mélenchon) la encabeza la aspirante ultraderechista a la Presidencia de Francia, Marine Le Pen, quien no ha tenido reparo en apostar por el posible abandono del euro, lo que algunos ya denominan Frexit.
La candidata ha defendido en numerosas ocasiones, y a pies juntillas, que esta salida no tendría un impacto negativo para el país, y que el euro sí ha perjudicado al poder adquisitivo de los franceses. Es más, Le Pen ha vaticinado, de acuerdo con su propuesta, que si Francia deja la moneda única otros países también abandonarán el euro e incluso desaparecerá.
Primera vuelta
En su último informe, los analistas del banco de inversión Nomura analizan las posibilidades de triunfo de Marine Le Pen, y aseguran que las encuestas sugieren que Emmanuel Macron la acompañará en la primera ronda, al ser los dos favoritos. En el documento también se estudia la repercusión del triunfo de Le Pen en los mercados, en el estado del euro y en el nivel de subasta de deuda pública a diez años (OAT), entre otros indicadores. Según indican, la volatilidad, es decir, la frecuencia e intensidad de los cambios del precio del euro, ya ha comenzado a aumentar al quedar menos de un mes para la decisión definitiva.
Y es que, según señalan los expertos, sucesos de calado internacional como la victoria de Donald Trump, los resultados del Brexit o el referéndum en Escocia han influido considerablemente en el mercado de divisas, con una pérdida de valor monetario en los días siguientes de conocerse los resultados. Entonces, ¿podría afectar de igual manera la victoria de Le Pen, con su propuesta del Frexit, en las próximas elecciones?
En el caso de que Le Pen no llegara a la segunda ronda, el precio del euro aumentaría un 1% frente al dólar
En las últimas tres semanas ha habido un patrón similar al resto de casos, con subidas y bajadas constantes, por lo que se espera que en el periodo previo a las elecciones exista también un repunte de la volatilidad de las divisas. Sin embargo, los analistas prevén que la recuperación de valor del euro será menos agresiva que en el caso de la libra o del dólar, pues la probabilidad de que Marine Le Pen gane es más baja.
Sea como fuere, los especialistas coinciden en que, dependiendo de los resultados, el euro sufrirá unas consecuencias u otras. En el caso de que Le Pen no llegara a la segunda ronda, el precio del euro aumentaría un 1% frente al dólar; mientras que, si Le Pen gana la primera ronda con más de un 29%, el euro se devaluaría un 1% respecto a la moneda norteamericana.
En cuanto a las obligaciones del Gobierno francés (OAT) a diez años, desde el banco de inversión pronostican que en el caso de que Le Pen superase la primera vuelta, se incrementaría el coste de financiación en 20 puntos básicos. Por el contrario, si no fuese así y no llegase a la segunda vuelta, se rebajaría en 20 puntos.
La ley francesa prohíbe publicar las encuestas de salida antes del cierre de la última mesa de votación, y lo pena con multas de hasta 75.000 euros. Por eso, se darán a conocer a partir de las 8 de la tarde, unas horas antes de que el mercado de divisas de Sydney se abra el lunes 24 de abril, lo que dará tiempo a los participantes y a los mercados para digerir los datos.
Sin embargo, en anteriores elecciones, medios de comunicación no sujetos a la “ley del apagón” filtraron los datos por Twitter. En este sentido, se advierte ya de que si el apoyo de Marine Le Pen en las encuestas de salida es superior al 30%, la preocupación de los mercados financieros aumentará antes de la segunda ronda.
Segunda vuelta
En las elecciones francesas, la participación suele ser muy elevada, en torno a un 80% en la primera ronda y un 81,5% en la segunda; frente a la baja participación en Reino Unido y EEUU. Según el estudio, este fue el principal factor de los sorprendentes resultados obtenidos en el referéndum y en las elecciones pasadas, respectivamente.
No obstante, señalan que, en las elecciones francesas de este año, la participación podría reducirse hasta el 65% en la primera vuelta, lo que podría animar a los candidatos que no llegasen a la segunda a respaldar a los favoritos. De hecho, ya el ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha afirmado que, en la primera, votará a Macron; en lugar de a su propio candidato del Partido Socialista.
Así, los expertos auguran que, suponiendo que a la segunda ronda llegasen Macron y Le Pen, el primero obtendría el apoyo de Fillon, Mélenchon y Hamon; que unirían sus fuerzas contra la otra candidata. En este sentido, desde Nomura apuestan por la victoria del independentista Macron, con el que el euro se revaloraría en un 1% frente al dólar y sería más barato para Francia financiarse en los mercados, con una rebaja de las OATs en 15 puntos.
El Frente Nacional solo tiene dos escaños en el Parlamento, lo que dificultaría la convocatoria de un referéndum
También analizan las consecuencias de un resultado final que beneficiase a su oponente, Le Pen. En ese caso, según advierten, el euro podría caer entre un 6% y un 10% con respecto a la divisa estadounidense; aunque los mayores movimientos estarían, probablemente, en monedas europeas más bajas, como el zloty polaco. El coste de financiación de la deuda pública, por su parte, materializada en bonos del Estado a diez años, aumentaría en 30 puntos.
Sin embargo, también aseguran que, en ningún caso, el triunfo de Le Pen aseguraría el abandono directo del euro, pues el Frente Nacional tendría dificultades para conseguir una mayoría en el Parlamento; ya que, actualmente, sólo tiene dos escaños.
Esto dificultaría la convocatoria de un referéndum sobre la salida de Francia como miembro de la Unión Europea, que estaría en manos de los tribunales hasta decidir quién tiene la potestad de convocarlo, si el Parlamento o el Gobierno; lo que daría más tiempo de asimilación y reduciría el choque económico de su victoria.