"Son unas previsiones conservadoras", ha asegurado Luis de Guindos, ministro de Economía, tras el consejo de ministros. Se refería al plan de a a las previsiones que ha hecho públicas hoy el Gobierno durante la presentación del techo de gasto, unas previsiones en las que se ha pintado una economía de color de rosa. Llama mucho la atención como el Ejecutivo cree que se pasará de los 18 millones y medio de empleos en 2016 hasta 20,5 millones a finales de 2020. Esto supondría la creación de 2 millones de empleos en el periodo, que se dividirían de forma equitativa en aproximadamente 500.000 empleos anuales.
Esta creación de empleo se nutriría en gran parte del desempleo actual: 1,6 millones de actuales parados según la EPA abandonarán esta lista para final de la década de acuerdo a las previsiones de Economía, Industria y Competitividad.
En el cuadro macro que ha facilitado el ejecutivo, se mantiene la previsión de que la tasa de paro llegará al 11% en 2020. Guindos ha recordado que en 2013 “el desempleo llegó a un máximo del 27%, es decir esta reducción alcanzaría los 16 puntos”. Para este final de década, los parados en la EPA serían 2,5 millones frente a los casi 5 que se llegaron a tocar en los peores momentos de la crisis
Sin euribor y con petróleo barato
Las economías familiares parecen de enhorabuena si atendemos a estas previsiones. Con un crecimiento del PIB superior al 2% en todos los años, aún en 2020 estaríamos con un euribor de apenas una décima por encima de 0, lo que no aportaría tensiones a los ciudadanos hipotecados. El precio del petróleo, otro 'driver' que afecta a la economía familiar y de las empresas, también se mantendría en los 53 dólares el barril en su tipo brent.
