La crisis está pasando una factura muy alta a la sociedad española. Según las últimas cifras que ha publicado la agencia estadística europea, Eurostat, el número de personas con carencia material severa prácticamente se ha duplicado durante la crisis. Las personas incluidas en el colectivo son aquellas que no pueden pagar sus facturas a final de mes, carecen de elementos como lavadora o coche, no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada o no tienen medios para irse una semana de vacaciones.
En el año 2008, el primero de la crisis económica, un 3,6% de la población española se encontraba en esta situación. En 2015 la cifra se ha elevado al 6,4%. Aunque la media europea está por encima del 8%, lo cierto es que se ha moderado en los últimos años y ahora es incluso más baja que en 2008. Solo en países como Grecia o Malta ha ocurrido lo mismo que en España y los datos son ahora prácticamente el triple que hace siete años.
Y es que España es el tercer país de la UE donde más ha aumentado la tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social en este periodo de tiempo. En concreto, ha pasado del 23,8% en 2008 al 28,6% en 2015. Es decir, que 13,18 millones de españoles estaban en esta situación el año pasado. La cifra supone un incremento de casi 5 puntos más y de casi 2,4 millones de personas. Sólo Grecia (+7,6 puntos) y Chipre (+5,6 puntos) registraron cifras más alarmantes.
España va de los últimos en la carrera europea por reducir el riesgo de pobreza
Aunque el número de españoles en esta situación ha bajado 6 décimas frente a 2014, el nivel de pobreza sigue muy por encima de lo que había antes de la crisis. En cambio, a nivel europeo la pobreza empezó a moderarse ya en 2012 y ya se ha vuelto a situar en los niveles que había antes del ajuste. Según las cifras de Eurostat, el 23,7% de la población europea se encontraba en riesgo de pobreza a finales de 2015, idéntica tasa a la 2008.
En casi todos los países las cifras han vuelto ya a los niveles de hace siete años, e incluso en muchos de ellos se han mejorado los registros, sobre todo en los países del Este. En cambio, Grecia, Chipre, Italia y España siguen anotándose las tasas más elevadas de pobreza y muy superiores a las que tenían antes de la crisis. Se están quedando atrás en la carrera por reducir el riesgo de pobreza.
La metodología de Eurostat
Para analizar el riesgo de pobreza o exclusión social, la oficina estadística europea analiza las personas que están en esta situación por falta de renta, privaciones materiales severas o por vivir en hogares con baja intensidad laboral.
En el caso de España, la mayor parte de los ciudadanos que se encuentra en esta situación es por el bajo nivel de rentas que tienen (22,1%). Sin embargo, esta tasa ya está cerca del nivel que había antes de la crisis, mientras que las personas con carencias materiales severas o que viven en hogares con baja intensidad laboral siguen muy lejos de los registros de 2008.