Una startup es una empresa emergente, con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios innovadores muy apoyados en la tecnología. También hace alusión a ideas de negocio o proyectos que se convierten pronto en una oportunidad por su alta demanda o necesidad en el mercado. Suelen tener una corta trayectoria, un alto nivel de proyección, y ayudas que sufragan la falta de recursos y financiación.
Google, Twitter, Facebook o Tuenti comenzaron siendo startups y, con el tiempo, se han convertido en gigantes empresariales. Cabify, La Nevera Roja o, incluso, la red social Menéame son ejemplos españoles de este tipo de compañías. En definitiva, startup significa arrancar, emprender. Diariamente escuchamos el término, cada vez más y en más sitios; pero ¿qué necesita una empresa para ser considerada así?