El juez de la Audiencia Nacional que investiga los atentados de Barcelona, Fernando Andreu, no quiere que una posible descoordinación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra pueda perjudicar las pesquisas que él mismo inició el mismo día 17, poco después de que se cometiera el primer atentado de La Rambla.
Y para evitar posibles choques policiales, el magistrado ha encargado al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo (CITCO), dependiente del Ministerio de Interior, y encabezado por el comisario José Luis Olivera, la coordinación de la segunda fase de la investigación de los atentados en Cataluña.
Andreu, que permaneció el primer día del atentado en Barcelona hasta las tres de la mañana para conocer de primera mano los hechos, ha citado este jueves en su despacho del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, en Madrid, a los responsables de Inteligencia de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional para coordinar los próximos pasos en la investigación de los atentados de Cataluña.
En la reunión, que ha durando unos 50 minutos, ha estado presente el comisario de Información de los Mossos d'Esquadra, Manel Castellvi; el comisario general de Información de la Policía Nacional, Enrique Barón; y el responsable de Información de la Guardia Civil, Pablo Salas.
También han acudido el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro; el fiscal jefe y el teniente fiscal de este tribunal, Jesús Alonso y Miguel Ángel Carballo, respectivamente.
El juez, los fiscales y los mandos policiales han analizado la coordinación entre estos tres cuerpos, que participan en la investigación de los hechos, ya que mientras los Mossos han trabajado en el terreno, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional han realizado pesquisas sobre los vínculos de los yihadistas.
En la reunión se ha acordado que la información de los tres cuerpos se canalizará a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Hasta el momento, los Mossos d'Esquadra no tenían acceso al CITCO, ni tampoco a la Europol.
En julio pasado, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se comprometió en la Junta de Seguridad de Cataluña a incluir a la policía autonómica catalana en el CITCO, pero no en la Europol.
El CITCO es el resultado de la fusión entre el anterior Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) llevada a cabo el anterior ministro del PP, Jorge Fernández Díaz.
Al frente de la UDEF
Al frente del CITCO se encuentra el comisario José Luis Olivera, que anteriormente había sido máximo responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), y que se ha encargado, entre otros casos, de la Gürtel y Pujol.
Olivera fue objeto de importantes críticas del PP tras la detención de Francisco Correa. De hecho, en su declaración como testigo, el inspector jefe de la UDEF que dirigió la investigación policial de la trama Gürtel, Manuel Morocho, aseguró que este cuerpo policial, que entonces encabezaba Olivera, había sido objeto de siete denuncias.
Sin embargo, Olivera fue condecorado por el anterior ministro del PP Jorge Fernández Díaz, que le aupó al puesto de coordinador de la lucha antiterrorista. Fuentes policiales vinculan a Olivera con la denominada policía política de Interior.
Pesquisas internacionales
En cuanto a las pesquisas internacionales sobre los atentados de Cataluña, la Guardia Civil y la Policía Nacional son las encargadas de reclamar la información a otros países, ya que de acuerdo a la ley los Mossos d'Esquadra no tienen competencias para ello.
El encuentro en el despacho de Andreu se ha centrado, indican fuentes jurídicas, en la segunda fase de la investigación, una vez finalizada la primera con la identificación de los autores de los atentados que causaron la muerte a 15 personas en Barcelona y Cambrils, la detención de cuatro personas y una serie de registros.
Esta segunda fase se centra en los lazos internacionales que tenía la célula, en concreto las conexiones de los yihadistas con Bélgica, a donde viajó el imán de Ripoll; Francia, en cuya capital hicieron una incursión relámpago el 11 y 12 de agosto, y Marruecos, donde se ha detenido a tres personas presuntamente vinculadas a los terroristas.
Marruecos ya se ha puesto en contacto con los mandos policiales españoles para ofrecer, tal y como ha venido pasando los últimos años, su colaboración
En este sentido, Marruecos ya se ha puesto en contacto con los mandos policiales españoles para ofrecer, tal y como ha venido pasando los últimos años, su colaboración. Desde los atentados de Barcelona y Cambrils, miembros de la Dirección General de la Vigilancia del Territorio (DGST) han arrestado a tres personas, dos de ellas con ciertas relaciones con la célula yihadista de Ripoll (Girona).
Ahora, han indicado las fuentes, los esfuerzos también se dirigirán a seguir analizando todo el material requisado en los registros y encontrado tanto en la casa de Alcanar (Tarragona), donde elaboraban los explosivos, como en el restaurante de Riudecanyes, que les servía como refugio donde planificar acciones.
El juez Andrei citará, asimismo a los testigos que puedan saber algo de la célula que se investiga en el sumario que investiga la célula yihadista presuntamente encabezada por el imán Abdelbaki Es Satty.
Polémica por el imán
Andreu ha reunido a los tres cuerpos policiales en medio de la polémica por el seguimiento policial al imán de Ripoll que lideró la célula. Los investigadores tienen constancia de que Abdelbaki Es Satty viajó en 2016 a la localidad belga de Vilvoorde para pedir trabajo en la mezquita, aunque la comunidad musulmana no lo admitió por las dudas que despertó su perfil.
Ante esas reticencias, un policía de Vilvoorde envió en enero de 2016 un correo electrónico a un mando del área de Información de los Mossos d'Esquadra, que según el diario El País es el jefe de la Unidad de Análisis Estratégicos de la comisaría general de información de los Mossos d'Esquadra, Daniel Canals, al que había conocido en unas jornadas meses antes, para pedirle que hiciera una averiguación sobre Es Satty.
"Quería pedirte si hay la posibilidad de indagar sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imán. En el fichero adjunto encontrarás su identidad. Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero y que está casado allí. Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, ¡mejor!", indicaba el policía belga en su mensaje, a cuyo contenido ha tenido acceso Efe.
El policía belga, que se dirigió al correo electrónico personal del mosso, concluía su petición de información de forma informal, con una afectuosa despedida: "Espero tener noticias tuyas muy pronto. 'Muchos gracias senior ;-)' (sic). Saludos".
A raíz de la polémica originada por la consulta de la policía belga, el conseller catalán de Interior, Joaquim Forn, ha insistido en que se trató de una petición de información "absolutamente informal", sin que se alertara de que Es Satty fuera peligroso, ya que, ha recalcado, los Mossos no pueden mantener "relación directa con policías de fuera (de España)", si no es a través del Ministerio.
Visiblemente molesto, el conseller ha lamentado en rueda de prensa que, en un momento en el que Dáesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico) ha amenazado a España en un vídeo, tras los atentados de la semana pasada en Barcelona y Cambrils, la "preocupación" de algunos medios sea, a su juicio, "ensuciar" y "desacreditar" la labor de los Mossos.
Otra de las líneas de investigación internacionales se centra en el viaje relámpago que los terroristas hicieron a la región de París entre los días 11 y 12 de agosto. La policía sospecha que la célula podría haber intentado conseguir detonadores para sus explosivos, un dispositivo que no es fácil de fabricar de forma casera y que resulta necesario para activar las bombas.