España

Moncloa culpa a la ANC de organizar la pitada al Rey y Rajoy ubicando estratégicamente a los separatistas

"La clave de lo que pasó ayer está en asignarle oficialmente a los voluntarios de la ANC el servicio del orden de la manifestación” contra el terrorismo en Barcelona, aseguran fuentes de Moncloa.

  • Un momento de la manifestación contra los atentados yihadistas en Cataluña que bajo el eslogan "No tinc por" (No tengo miedo) recorre hoy las calles de Barcelona

"La clave de lo que pasó ayer está en asignarle oficialmente a los voluntarios de la ANC (Asamblea Nacional Catalana) el servicio del orden de la manifestación”. Así se ha referido Moncloa a los constantes pitidos y abucheos al rey Felipe VI y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante toda la marcha contra el terrorismo en Barcelona de este sábado.

Para demostrarlo, han difundido una imagen en la que señalan cómo “se llenaron los puntos clave del recorrido con independentistas y esteladas de la CUP y ERC, más las entidades contra la venta de armas en Irán, para organizar la pitada y captar la atención de los medios de comunicación”.

Fotografía de la manifestación en Barcelona contra el Terrorismo difundida por Moncloa, señalando a los voluntarios de la ANC justo detrás de las autoridades.

“De esta manera”, añaden las fuentes, “intentaban diluir la auténtica manifestación unitaria contra el terrorismo, que se desarrollaba pacífica y respetuosamente unos metros atrás”.

Los pitidos y silbidos a las autoridades, especialmente al Rey y a Rajoy, fueron de lo más destacado de la jornada de ayer, desde que ambos llegaron a la maifestación, hasta que se despidieron en la Plaza de Cataluña, donde se rindió homenaje a las víctimas con la lectura de un manifiesto bajo el lema ‘no tinc por’ (no tengo miedo).

Durante la marcha, además de multitud de esteladas, se desplegaron grandes pancartas azules con los lemas “Vuestras políticas, nuestras muertes”, y “Felipe VI y el Gobierno, cómplices del tráfico de armas”, de colectivos soberanistas. También se pudo ver entre el público otras pancartas críticas con la monarquía y el Gobierno por su política armamentística y sus relaciones internacionales, especialmente con países como Arabia Saudí.

Encerrona separatista

Antes de la manifestación, tal y como ya informaba Vozópuli, los independentistas de la CUP, las plataformas civiles de Junts Pel Sí (ANC y Òmnium Cultural) y otros grupos separatistas habían estado planteando esta “encerrona” al monarca y al presidente del Gobierno, preparando adentrarse en la marcha justo detrás del rey.

La organización situó al Rey y al resto de autoridades en una posición secundaria para dejar protagonismo a los cuerpos de seguridad y de emergencias que trabajaron durante los atentados y en atención a las víctimas y a sus familiares, y colocaron a los soberanistas a escasa distancia del jefe del Estado para rechazar abiertamente su presencia en la marcha.

La CUP ya había advertido hace varios días que, de ir el Rey o cualquier autoridad del Gobierno, no acudiría a la manifestación, y les acusó de financiar el terrorismo yihadista debido a sus relaciones de amistad e institucionales. “Todo el mundo sabe cuáles son las relaciones de amistad y económicas de la monarquía española, sus relaciones con las monarquías pérsicas como Catar y Emiratos, que financian al Daesh y que son culpables de lo que sucedió el jueves en Barcelona; es una hipocresía enorme que Rey venga a pasearse”, exponía en una entrevista para Catalunya Radio la diputada de la CUP en el Parlament Mireia Boya.

Para zanjar la polémica y acallar los abucheos, este domingo el presidente Mariano Rajoy ha sido tajante: “Las afrentas de algunos no las hemos escuchado; estuvimos donde teníamos que estar. Estamos orgullosos de haber estado allí y de que estuviera también el jefe del Estado”.

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