Cataluña cuenta en la actualidad con siete universidades públicas, cuatro de ellas adheridas desde la pasada primavera al malogrado Pacto Nacional por el Referéndum (PNR), encallado entre las rocas antes de arribar a Ítaca. Las primeras en sumarse al conglomerado fueron la Universidad Politécnica de Barcelona (UPC), la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, mientras que la Universidad de Barcelona (UB), la más grande con 63.000 estudiantes procedentes de 138 nacionalidades, lo haría con posterioridad.
Las únicas que no se adhirieron al pacto o lo rechazaron -no sin la consiguiente recogida de firmas en contra de la postura adoptada por sus rectores- fueron la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)y la Universidad de Lleida (UdL), a cuyo rector, Roberto Fernández Díaz -Premio Nacional de Historia de España por su obra Cataluña y el absolutismo borbónico- le llegaron a espetar que dejase de lado "otros intereses" y que se centrase en "la realidad política y social del país". "El Ayuntamiento de Lleida y la universidad se alían en posiciones más propias de la derecha que de un cambio democrático en Catalunya", le reprochaba Llibert Rexach, portavoz del Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes en Lleida (SEPC).
El rector de la Universidad de Lleida, Roberto Fernández Díaz, se enfrenta estos días a las manifestaciones de grupos de estudiantes que piden su dimisión
Hoy, dos meses más tarde de aquella división de opiniones a la hora de secundar el PNR y ante las detenciones y confrontaciones previas al referéndum previsto el 1-O, todas las universidades públicas catalanas, junto a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) -institución privada cuya titularidad corresponde a una fundación pública- han firmado un manifiesto conjunto en el que condenan "los episodios coercitivos de la libertad de expresión que se están produciendo en los últimos días". El texto, apoyado por todos los rectores, incluido Fernández Díaz -que se enfrenta estos días a las manifestaciones de grupos de estudiantes que piden su dimisión- reivindica el diálogo, la libertad de expresión y el respeto al otro y a las leyes.
Manifiesto de 8 rectores
"La visión universal que es propia de la universidad obliga a fijarse en los valores más fundamentales que están en la base de la convivencia y los derechos de las personas. Todas las autoridades e instituciones tienen que actuar con un respeto escrupuloso a estos valores originales de la democracia y de la libertad", concluye el escrito. Sin embargo, no hay ni rastro de la palabra 'referéndum' por ninguna parte, una ausencia que algunos sectores sindicales han afeado. De hecho, a diez días de la consulta, aún no se sabe si la UB, la mayor de las instituciones, ofrecerá locales para su celebración.
Aunque significativo, no es el único manifiesto lanzado desde la comunidad educativa. Los principales sindicatos estudiantiles, representantes de partidos políticos de izquierdas y soberanistas en las universidades y el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña han firmado una declaración en la que no dudan en apoyar públicamente al "Gobierno de Catalunya y a la voluntad de su pueblo" y proponen pactar un paro general indefinido con toda la comunidad universitaria implicada que contribuya "a generar una movilización social histórica".
Los principales sindicatos estudiantiles publican un manifiesto en el que proponen pactar un paro general indefinido con toda la comunidad universitaria implicada que contribuya "a generar una movilización social histórica"
Además, los estudiantes catalanes consideran que las actuaciones del miércoles vulneran "principios fundamentales de la democracia, basados en la separación de poderes, las libertades civiles y la soberanía popular", y afirman que las universidades catalanas no pueden "estar al margen del debate". E instan al Gobierno central a abandonar "las actitudes represivas propias de otra época" y la celebración de un referéndum como única vía posible con paz y civismo.
A los manifiestos y a las propuestas de paros indefinidos se suman diversas marchas como la de los cerca de 1.200 estudiantes universitarios que, según la Guardia Urbana, han cortado este jueves la circulación en la avenida de la Diagonal de Barcelona. Mientras unos 700 de ellos habrían permanecido en el lugar, otros 500 han emprendido otra marcha recorriendo las diferentes facultades hasta sumar un grupo de unos 2.000 estudiantes y dirigirse a la concentración convocada por las entidades independentistas frente al Palacio de Justicia, en el paseo de Lluis Companys.
En las antípodas
Pero al amparo de las universidades públicas surgen obviamente voces en contra del referéndum. Es el caso de un grupo de profesores de la UAB que, como alternativa a la plataforma independenstista autodenominada Universitats per la República, al considerar que "violar la democracia en nombre de la democracia constituye una aberración intelectual", lanzaron el pasado julio un manifiesto en defensa del cumplimiento de las leyes que figuran en la Constitución.
"La Constitución es el baluarte más importante con que cuenta la comunidad universitaria para defender la libertad de expresión y la libertad de cátedra así como la igualdad de oportunidades, amenazadas por la deriva secesionista en Cataluña. Desde hace años, los colectivos PAS y PDI recibimos todas las comunicaciones oficiales exclusivamente en catalán, y el catalán se nos impone, por defecto, como idioma del sistema operativo en los equipos informáticos adquiridos con fondos de nuestros proyectos de investigación", denuncian.
Ante estas imposiciones y amenazas barriobajeras, impropias de un estado democrático, reivindicamos la plena vigencia de nuestro ordenamiento constitucional y solicitamos el apoyo de toda la comunidad universitaria española en esta hora decisiva"
Y reconocen que la situación actual de los profesores, los investigadores y el personal administrativo que no comparten el proyecto secesionista es ya "harto incómoda". "Poca ayuda cabe esperar de los órganos de gobierno de las universidades públicas [...] Ante estas imposiciones y amenazas barriobajeras, impropias de un estado democrático, los firmantes de este manifiesto reivindicamos la plena vigencia de nuestro ordenamiento constitucional y solicitamos el apoyo de toda la comunidad universitaria española en esta hora decisiva", piden.
Hasta 228 profesores universitarios de toda España, ya no solo reducidos a Cataluña, firmaron otro escrito recientemente en defensa de la democracia constitucional y posicionándose en contra del referéndum ilegal del 1-O. Los firmantes, entre los que se encuentran Fernando Savater, Juan Pablo Fusi y Ángel Viñas, entienden que "una sociedad civilizada en la Europa del siglo XXI sólo puede basarse en el respeto a las normas que nos hemos dado democráticamente, empezando por la Constitución de 1978 (y siguiendo, en lo que a Cataluña respecta, por su Estatuto de Autonomía)".
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