Luis Rollán ha reconocido que filtraba localizaciones de famosos a un amigo fotógrafo para llevarse porcentajes de los beneficios de esas fotos. ¿La última víctima? Laura Matamoros, amiga de Rollán. Si bien es una práctica más habitual de lo que parece en el gremio, lo cierto es que, a diferencia de otros casos, Rollán es juzgado, no por filtrar localizaciones, sino por “vender” a famosos que, por encima de la fama, se supone que son amigos suyos.
Por eso, la revista ‘Lecturas’ recopila esta historia que comienza con una traición pero que, tirando del hilo, esconde sexo, mentiras y traiciones.
“Son demasiadas calumnias, no puedo más”, decía derrumbado tras sentarse en el último polígrafo de ‘Sálvame Deluxe’ para ser juzgado por todos sus compañeros.
Un fotógrafo que mantiene su anonimato ha hablado con la citada publicación: “Esta historia de mentiras y traiciones no ha hecho más que empezar. Los amigos famosos de Rollán que a día de hoy aún le apoyan, tienen miedo de que les acabe traicionando. Luis debe tener informaciones confidenciales que, de salir a la luz, sacarán los colores a más de uno”.
El destape de la trama del ‘Caso Luis Rollán’
Todo comenzó cuando salieron unas fotografías de su amiga Laura Matamoros con su hermana Irene, cuando aún era menor, en Barcelona. A partir de ahí, salta a la palestra el protagonista de estas fotos, el fotógrafo Jordi Martín, amigo de Rollán, afirmando que obtuvo el chivatazo de su amigo para conseguir esas fotos.
Entonces, Luis se sentó en el ‘Deluxe’ para explicarse. Así relató que lo que le da miedo es que hechos de su vida más íntima salgan a la luz –hechos que el fotógrafo en cuestión parece conocer-, y que, por sentirse chantajeado, accedió a colaborar con su ‘amigo’. “Tenía miedo de Jordi. Él quería contar que mi marido me había pegado, que me había partido una vela en la cabeza, que me dio con un bate de béisbol. Quería hablar de conflictos míos familiares, de infidelidades y de intimidades de mi cama”, contó Rollán en el programa de Telecinco.
“La he cagado. Me he equivocado porque me tenía cogido por los huevos”, subrayó el periodista.
Su amistad con Jordi era, de hecho, tan estrecha, que no dudó en refugiarse en su casa cuando su matrimonio con Alejo Pascual –con quien se casó en 2011- atravesaba una fuerte crisis.
Jordi Martín sostiene que Rollán llegó a estar tan enamorado de él, que le ofreció fugarse juntos a Miami en una oportunidad laboral que le habría ofrecido Toño Sanchís. Pero Luis lo niega rotundamente.
¿Víctima o verdugo?
El sevillano se enfrenta ahora a las dos posibles caras de la moneda. Que realmente sea una víctima de sus propios problemas y de haber confiado en una persona que, después, ha querido sacar sus trapos sucios. O, por otro lado, que realmente sea un verdugo y haya vendido a muchas amistades a la cámara de Jordi a cambio de un puñado de euros.
Rollán mintió en un primer momento cuando negó cobrar nada de las fotos hechas a las hermanas Matamoros. Sin embargo, el cerco se estrechó y finalmente tuvo que reconocer que percibiría casi la mitad de los beneficios de esas fotos. Un beneficio estimado en 1.500 euros.
Una fuente de la revista afirma que “Laura debe de estar muy dolida porque ella veía por los ojos de Luis. Él era quien la aconsejaba, por ejemplo, sobre cómo debía contestar a las preguntas en los platós cuando le preguntaban sobre su padre. Ahora, ha tenido que ver como el que creía un amigo se ha hecho dos programas a costa de ella”.
Solo el tiempo dirá si Luis sale ileso de todo esto, si conservara a sus amistades hoy teñidas de polémica y, sobre todo, si éste no será el foso de su tumba profesional.