Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada podrían ver interrumpidas sus vacaciones de Semana Santa para verse las caras de nuevo en los juzgados. Alrededor de la fecha de este jueves 14 de abril, es cuando la pareja tiene la fecha prevista para firmar su divorcio.
Este reencuentro es el último trámite que les queda para romper definitivamente con una relación que duró 30 años. De la noche a la mañana se hizo pública su ‘inesperada’ ruptura en la que tuvo que ver una tercera persona en discordia, la abogada Cruz Sánchez de Lara. El periodista hizo oficial su relación publicando una imagen de ellos dos juntos en las redes sociales a la semana de conocerse su separación.
Una actitud que no gustó nada a Ágatha Ruiz de la Prada que aquí fue la que se llevó la peor parte. Perdió mucho peso y su círculo de amigos aseguraba que lo estaba pasando muy mal. Además la pareja se acababa de casar hacia unos meses, en junio de 2016, en una discreta ceremonia con la que legalizaban su relación y en beneficio de los dos hijos que tienen en común, Tristán y Cósima.
Mientras la diseñadora aún no tiene pareja oficial, Pedro lleva viviendo meses con su novia en un piso que compró el periodista en el lujoso barrio de Salamanca, valorado en tres millones de euros.
Por su parte, el periodista, sabiendo que fue el culpable de la ruptura, ha tratado de ser generoso en la separación de bienes y le ha dejado varios inmuebles a la que fue su pareja durante casi 30 años. Ágatha se queda con el polémico chalet de Mallorca en Costa de los Pinos y con el dúplex familiar del madrileño Paseo de la Castellana, entre otros.