Prometía ser una gran boda y el vestido también, y así ha sido. La hija del presidente de Pronovias, Gabriela Palatchi, no defraudó con su vestido, uno de los secretos mejor guardados hasta el pasado sábado, fecha de la boda.
La novia se decantó por un precioso diseño de estilo romántico diseñado por Hervé Moreau, director creativo de la firma, y por todo el equipo del Atelier en Barcelona, siendo necesarias más de 400 horas de trabajo artesanal y un equipo de más de 6 personas para su desarrollo.
¡Vestimos a @gpalatchi en el día de su boda! La novia ha dado el “sí quiero” a @edizelhadef luciendo un maravilloso vestido confeccionado en chiffón y tul de seda beige. El diseño, realizado en exclusiva por @moreau.herve, destaca por su delicado bordado realizado a mano, protagonizado por libélulas, abejas, pájaros y mariposas. ¡Que seáis muy felices y disfrutéis de vuestro amor! #NoviasPronovias--------------------------------------- @gpalatchi wears one of our dresses on her wedding day! The bride said “I do” to @edizelhadef in a fabulous dress made of chiffon and tulle. Exclusively designed by @moreau.herve, the dress shines with the intricate hand-embroidery inspired by dragonflies, bees, birds, and butterflies. We wish the newlyweds so much love and happiness! #PronoviasBrides Una foto publicada por Pronovias (@pronovias) el 16 de Jul de 2016 a la(s) 2:47 PDT
Fue una boda con muchos nervios y tensión, no sólo por el enlace en sí sino por el golpe de Estado en Turquía ya que muchos invitados venía de allí ya que el novio, Ediz Elhadef, es un importante empresario textil turco.
Según se ha publicado, al enlace acudieron 300 invitados entre los que al parecer se encontraban Irina Shayk, Karolina Kurkova, Gala González o Isabel Preysler y Vargas Llosa.
A la ceremonia del matrimonio le precedió la fiesta de preboda que fue de temática flamenca que se celebró en el Club Náutico de Barcelona, un evento en el que detalles de la Feria de Abril estuvieron presentes.
Un vestido de novia exclusivo y cuidado al detalle
Viniendo de la familia que viene, el vestido se convirtió en una de las cosas más esperadas del día. Se trata de un diseño inspirado en el concepto 'Enchanted Forest' (Bosque encantado).
Fue confeccionado en chiffón y tul de seda beige donde destaca su bordado elaborado a mano, en tonos empolvados, que evoca una estampa japonesa, protagonizada por pájaros, libélulas, abejas y mariposas entre las ramas de un árbol, realizados en hilo de seda y oro que se combinan con pedrería blanca.
Una creación de bordados y encaje, de silueta sirena y hombros al aire con delicadas mangas caídas, realizadas en tul de seda drapeado, y una larga cola de 2’50 metros. La novia se decantó también por llevar velo y un collar de diamantes.
