La hija de Rocío Jurado contrajo matrimonio el pasado miércoles con la que era su pareja durante más de 16 años, Fidel Albiac. Una boda que no tuvo nada que ver con la primera, hace 20 años, cuando se casó con el ex guardia civil, Antonio David.
A pesar de la ausencia de 'La más grande' y de muchos familiares que no estaban invitados al enlace, como José Ortega Cano, sus hijos, o Rosa Benito; la boda ha sido una de las exclusivas mejor pagadas del año, nada menos que la friolera de 600.000 euros, según comentaron en 'Espejo Público', ya que ha ido saliendo por fascículos: ella en bikini, Las Campos con sus vestidos antes de la boda, la boda, -valorada en 60.000 euros-... etc. Para ello, la pareja tuvo que desplegar todo tipo de medios para blindar su exclusiva e impusieron unas fuertes medidas de seguridad: los invitados tenían que presentar la invitación y su DNI, contrataron a una docena de guardias de seguridad, dos coches de vigilancia e inhibidores de drones contra los paparazzi.
Aunque a pareja pidió a sus invitados que no se publicaran imágenes antes de la exclusiva, para algunos fue inevitable, quizás por pecar de inocentes de ser personas desconocidas y el primer adelanto de la boda nos vino a través de las redes sociales. De este modo pudimos ver el vestido que lució Rocío, a parte de sus invitados o la presencia de Nagore, acompañando a Sandra Barneda, a pesar de que jugaron al despiste y a la ex concursante de 'Gran Hermano VIP' no se la vio por ningún lado entrar ni salir. Todas estas medidas de seguridad, así como la finca elegida y todos los actos y servicios puestos al servicio de los invitados suponen que el precio del enlace alcance los 40.000 euros.
Los detalles de la boda y 'la presencia' de Rocío Jurado
La ceremonia se celebró en la finca toledana de Valdepalacios y el encargado de oficializar la ceremonia fue el alcalde de la localidad de San Agustín de Guadalix, Juan Figueroa. Una de las invitadas sorpresa de la noche tanto para la novia como para algunos invitados fue Paulina Rubio que causó un gran revuelo por su visita inesperada. Rocío y la cantante son amigas desde pequeñas por la amistad que mantenían Susana Dosamantes, madre de Paulina, y Rocío Jurado.
La novia lució un diseño de Hanibal Laguna, en tonos claros, de color nude, bordado con nardos en el pecho. La espalda era transparente de tul, muy de moda, con botonadura y pequeña cola. También llevaba unos pendientes que le dejó María Teresa Campos y que llevaron en sus bodas Terelu y Carmen Borrego. Rocío llevó un bouquet de frambuesas silvestres y nardos blancos, la flor preferida de Rocío Jurado y que adornó también los jardines de la finca. Después se puso un segundo vestido, que usó para la fiesta, con escote asimétrico y corte estilo griego.
A lo largo del enlace, la figura de Rocío Jurado estuvo muy presente. De hecho, el camino de la novia hacia el altar fue amenizado por Miguel Poveda con una de las canciones de la recordada artista, Vibro, cuya letra fue muy comentada: "Valió la pena conocerte, valió la pena enamorarte, mentir sin tregua y esconderse, valió la pena hasta engañarle". Una letra que provocó que la novia entrara en el recinto llorando desconsoladamente. Después sonó un tema de 'La más grande', 'Como una ola', tal y como publica 'LOC'.
Según recoge el mismo diario, el banquete no fue tal, pues se trató de una boda-cóctel servida por el restaurante del hotel, Tierra, con una estrella Michelin y parece que hubo un poco de caos a la hora de encontrar un sitio para sentarse. Los camareros servían más de 20 pequeñas raciones o tapas tipo menú degustación (no había buffet libre), entre ellas ensalada de langostinos y piña, tartar de ciervo con yogur... y otras delicias. No faltó el champán francés Pierre Moncuit y nadie se quedó con hambre o sed. También había un puesto de hamburguesas y perritos que ofrecieron a los más trasnochadores y que triunfó. También se ha publicado que los invitados recibieron como recuerdo de la boda bolsos de Victorio & Lucchino y gafas de sol.