Los Reyes Felipe VI y Letizia están dando a sus hijas la mejor educación pero también les importan otros asuntos como el que sepan comer y cocinar bien. Por ello han apuntado a sus hijas, la princesa de Asturias, Leonor, y la Infanta Sofía, a un curso de alta con el reconocido cocinero Diego Guerrero en el restaurante DSTAgE, de dos estrellas Michelin, situado en el barrio madrileño de Chueca.
Con su asistencia a este curso, ‘Kids 2’, queda patente que las niñas tienen entre sus aficiones la cocina. La clase está dirigida a niños de entre ocho y doce años y tiene como objetivo fomentar la creatividad de los más pequeños a través de la cocina.
Los alumnos elaboraron los platos que les indicaron los profesores por parejas. Uno de ellos fue una tarta, momento en el que las niñas comentaron que la nata no les gustaba. Leonor y Sofía se mostraron muy simpáticas con el resto de niños. Al acabar los platos, los probaron y recibieron sus diplomas con delantal y gorro de chef incluido.
Aunque se pretendía que Leonor y Sofía pasaran desapercibidas, las medidas de seguridad y los escoltas, hicieron saltar las alarmas de los padres. “Los organizadores del curso avisaron a los padres que tenían que llevar a sus hijos con mucha puntualidad respecto a la hora fijada para comenzar la clase de cocina. Una vez allí, los padres notaron cierto nerviosismo en el personal del restaurante: de hecho, no pudieron acompañar a sus hijos hasta la cocina, sino que tuvieron que dejarlos en el hall. El caso es que una vez que acabó el curso, varios de los niños revelaron a sus padres que al taller habían asistido Leonor y Sofía de Borbón y Ortiz. Ese era el motivo del nerviosismo y de las medidas que extrañaron a los padres al llevar a sus hijos a DSTAgE”, según revela Monarquía Confidencial.
Al finalizar la clase, de más de una hora, las hijas de los Reyes se quedaron en el interior hasta que se marcharon todos los niños y pasó a recogerlas un coche por la puerta para llevarlas de nuevo a Zarzuela.