Rosa López no para. Ha estrenado disco ‘Al fin pienso en mi’ y está preparando un programa de televisión, un reality sobre ella llamado ‘Soy Rosa’ que se estrenará en el canal Ten, en el que podremos ver su día a día. Con tanto lío, no tiene tiempo ni de ir al médico, algo que le urge porque está preocupada por su salud. “Me ha salido un bulto en el pecho y lo tengo hinchado. Estoy superagobiada con el tema. No va a ser nada. Creo que es el estrés. ¡O que el pecho me pide guerra!”, ha declarado en ‘Lecturas’.
A sus 36 años, Rosa ha conseguido encontrar la paz y tranquilidad en sí misma y asegura que no necesita de nadie: “Estoy feliz en mi soledad deseada. Estoy sola porque quiero y tengo ganas… No busco ni hijos ni novio ni nada. Busco centrarme y pensar mucho en mí. Soy generosa con todo dios pero tengo que empezar a serlo conmigo misma. Es mi momento… No sé si es un momento religioso o espiritual, de dentro hacia afuera, cuidándome y mimándome”.
Rosa: "Que no tenga pareja no significa que no disfrute sexualmente conmigo misma"
Rosa asegura que a nivel sexual le encantaría “tener a una persona de confianza y estar bien” y confiesa que de haber sido una persona anónima “más de una vez me habría lanzado pero siendo una persona pública… debo tener cuidado porque todo lo que hago afecta a mis amigos, familia…”.
A pesar de que no tiene pareja desde hace dos años tampoco echa de menos tenerla: “Que lleve tanto tiempo sin tener una relación no significa que no disfrute del sexualmente conmigo misma. ¡Que aquí todos somos seres humanos! Cuando estás tranquila te desahogas y, ya ves, pasa lo que pasa”.
La cantante confiesa que hay un antes y después en su vida. Ya no le afecta como antes lo que digan de ella porque se ha ido quitando “lastres como pedir perdón a todo el mundo”. Rosa dice que ha conseguido ser feliz y tener seguridad “no metiendo mierda al cuerpo. La mejor dieta, la mejor psicología y la mejor filosofía, es amar”. La extriunfita explica: “Soy la misma pero ya no me fustigo más. No me jodo la vida más. No me hace falta nadie para hacerme daño ¡Me basto sola! Me exijo mucho pero hay cosas que han cambiado. Estoy tomando otro equilibrio”.
Rosa: "Mi familia tuvo que pedir en la calle"
Rosa cree que a la gente le transmite que está sufriendo y que da pena cuando ella es “una tía con salud, muy divertida, con mucha suerte. No soy débil ni víctima. Soy fuerte aunque le doy muchas vueltas a las cosas”.
También ha aprovechado para aclarar que no siente vergüenza de que su padre fuera agricultor y explica que a veces se lía y no cuenta bien la historia. Rosa ha relatado lo mal que lo pasaron cuando era pequeña: “Mi padre, aparte de agricultor, pedía en la calle porque hubo una época en la que no teníamos para comer. Luego se puso a guardar coches con mis hermanos y pedían la voluntad. Al final, con dos cojones, montó una empresa que dio de comer a más de la mitad de los granadinos. Yo no siento vergüenza, sino orgullo ¡Orgullo! Lo que me da apurillo es decir que mi familia ha pedido en la calle para comer. No quiero mentir. El día que me muera no quiero que mi vida sea una mentira”.
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