Este fin de semana había dos bodas marcadas en rojo en el calendario de corazón, pero mientras la de Feliciano López y Alba Carrillo ha estado llena de fotografías (los novios llegaron a brindar ante los reporteros gráficos), las imágenes de la de Alejandro Amenábar y David Blanco prácticamente se cuentan con los dedos. El director de cine y su ya marido han decidido mantener un perfil discreto en la ceremonia y la celebración, que han tenido lugar en el municipio madrileño de Villanueva del Pardo.
Pocos detalles se conocen sobre el enlace más allá de los invitados, entre los que se encontraban Mario Vaquerizo y Alaska (el cineasta y la pareja de artistas socialités son amigos desde hace años y han colaborado en alguna que otra ocasión) o el actor Eduardo Noriega, quien ha participado en varios de los filmes dirigidos por Amenábar. En total, más de 200 invitados han asistido a la fiesta.
Amenábar, siempre muy celoso de su vida privada, ha tratado de mantener un perfil discreto en su relación con David, con quien salía desde hace cinco años. Hace tiempo que conviven, pero les faltaba dar un paso adelante en la formalización de su relación, que llegó el pasado mes de abril, cuando por fin tramitaron la documentación necesaria ante el Registro Civil y compartieron la noticia con sus amigos a través de las redes sociales. Ahora ha llegado la ceremonia y la fiesta con amigos; algo que, según el director reconoció en su momento a la prensa, le generaba ciertos nervios.