La decisión de Atresmedia de sustituir la edición de verano de El Intermedio por uno de esos programas de corta y pega de momentos televisivos y vídeos de internet ha resultado, cuanto menos, desacertada. LaSexta ha perdido en esa franja del prime time cerca de 1,2 millones de espectadores en tan sólo cuatro días y, lo que es más grave, ha experimentado un preocupante descenso de 1,3 puntos en su cuota de pantalla. Su principal competidor, Cuatro, que se encuentra en horas bajas, le ha sobrepasado en 0,2 décimas, cuando hace una semana le ganó por 0,8.
Tanto Atresmedia como Globomedia niegan que el envío a talleres de El Intermedio durante los meses de verano se deba a cualquier tipo de presión política. Pero han sido varias fuentes en el sector las que han expresado sus dudas sobre el cariz de esta decisión, máxime cuando la productora había comenzado a trabajar sobre la edición estival de este programa; y máxime cuando el país se encuentra a pocas semanas de celebrar unas elecciones generales.
Lo cierto es que las comparaciones entre Top Trending Tele y el espacio presentado por el Gran Wyoming son odiosas. La media de los cuatro últimos programas de la temporada de El Intermedio fue de 1.931.000 espectadores, mientras que las cuatro primeras ediciones del nuevo formato sólo han conseguido 783.000. El año pasado, en la misma semana y con El Intermedio de verano en antena, LaSexta también notó la bajada. Pero aun así consiguió mejores resultados, puesto que sobrepasó los 900.000 espectadores. Todo ello, a pesar de que en su horario de emisión se jugaron las dos semifinales de la Copa del Mundo de Fútbol de Brasil.
El tono crítico de varios programas de LaSexta con el Partido Popular ha levantado ampollas en Moncloa y Génova 13
Si se tiene en cuenta que el argumento esgrimido por la cadena para justificar la cancelación de El Intermedio de verano es que este programa -basado en repeticiones de los mejores momentos de la temporada- obtenía un dato de audiencia mediocre, se puede decir que la estrategia de los responsables de programación de la cadena ha fracasado, por el momento, puesto que no sólo no han conseguido hacer remontar este dato, sino que el nuevo espacio ha hundido esta franja bastante más.
El malestar del Gobierno con LaSexta
Lo que es innegable es que el tono crítico de varios programas de LaSexta con el Partido Popular ha levantado ampollas en Moncloa y Génova 13. Programas de debate como Al rojo vivo o LaSexta noche han denunciado reiteradamente los casos de corrupción asociados a este partido y han concedido un considerable protagonismo a los líderes de Podemos, lo que no ha gustado ni en el Ejecutivo ni en el partido que lo ostenta. El propio Mariano Rajoy lo ha denominado como “martilleo” y le ha atribuido un papel importante en el varapalo electoral sufrido por el PP el pasado 24 de mayo.
Lo que no se explican los responsables de LaSexta ni los contertulios de sus programas de debate -con los que ha podido hablar Vozpópuli- es por qué Génova ordenó que los miembros del partido no acudieran a estos programas, puesto que eso ha alejado a esta formación de los ciudadanos y ha supuesto un “grave perjuicio” para sus intereses electorales. “Ahora han vuelto todos, pero claro, después de haber renunciado a defenderse durante varios meses, en los que partidos que sí estaban representados, como Podemos o Ciudadanos, han cobrado mucha fuerza”, recuerda uno de ellos.
En el grupo de “programas peligrosos” para Moncloa, El Intermedio ocupa una posición privilegiada, dada la mordacidad de las críticas que sus periodistas y humoristas realizan contra el Partido Popular. También por los buenos datos de audiencia que ha obtenido durante los últimos meses, que le han convertido en uno de los espacios televisivos de referencia en España. Por eso, su retirada durante le verano ha levantado sospechas, al ser considerada por muchos como un guiño al Ejecutivo, que tiene que repartir en octubre seis nuevas licencias de TDT. Eso sí, Atresmedia lo niega por completo.