La Generalitat ha gastado varias decenas de millones de euros durante los últimos cinco años para demostrar a los gobiernos, a la prensa y a los activistas internacionales que el procés era, en realidad, un movimiento de liberación nacional. Dentro del entramado institucional que Artur Mas y los suyos crearon para cumplir con ese propósito, Diplocat ejercía como el lobby del independentismo. Este organismo contó con un presupuesto de 13 millones de euros entre 2012 y 2017; y registró unas pérdidas durante sus primeros años de actividad de casi 5 millones de euros.
La agenda diplomática de este grupo de presión abarcaba decenas de actividades destinadas a difundir el ideario independentista en otros países y a influir en sus gobiernos. Sus representantes realizaron presentaciones en parlamentos como el danés, el uruguayo, el paraguayo o el belga, según recoge la única memoria anual de cuentas que figura en su web, correspondiente al ejercicio 2015.
Diplocat contaba también con un Programa de Visitantes Internacionales (VPI) que estaba destinado a persuadir a “líderes de opinión y personalidades extranjeras” del mundo de “la política, la economía, la cultura y el periodismo”. En este sentido, cabe señalar que el Ministerio Fiscal sospecha que la adhesión de figuras como Julian Assange o Yoko Ono a la causa de la Generalitat no fue espontánea, sino que estuvo influida -de alguna forma- por los organismos de 'pseudodiplomacia' catalanes, según publicó 'El Mundo'.
Este lobby sufragó diferentes actividades con la prensa internacional con objeto de que se ofreciera una visión legítima del soberanismo catalán en estos medios de comunicación. Diplocat también firmó contratos con entidades como The Hague Centre for Strategic Studies, un centro de estudios neerlandés que envió a España a 14 observadores internacionales el pasado octubre. La misión estuvo organizada por el Gobierno autonómico.
La inmensa mayoría de su financiación procedía de los fondos públicos, sin embargo, también recibió donaciones de entidades como la Fundación Open Society Initiative for Europe, del magnate George Soros, que transfirió 27.000 dólares.
Múltiples visitas
Entre las visitas que organizó Diplocat se encuentran las del embajador de Eslovenia, de “un diputado del parlamento de Finlandia”, de asesores políticos suecos y de profesores y estudiantes de universidades de Francia, Estados Unidos, Alemania y Australia.
En su memoria de actividades de 2015, se especifica que este organismo gastó 1,6 millones de euros en la realización de reuniones, conferencias y cursos. A cargo de los Presupuestos de la Generalitat se efectuaron homenajes a nacionalistas históricos irlandeses como Charles Stewart Parnell, Terence MacSwiney y James Connolly; o un acto de recuerdo a Lluis Companys y a Walter Benjamin en la capital alemana. También se pusieron en marcha dos concursos de poesía y jornadas con periodistas de Europa y Estados Unidos en las que visitaron TV3 o se les invitó a participar en la fiesta de Sant Jordi.
Con motivo de este día festivo, Diplocat invirtió otra partida presupuestaria en enviar una rosa y un libro a diferentes líderes políticos internacionales. “En nombre del presidente de la Generalitat (entonces, Artur Mas), Diplocat enviará un libro y una rosa, acompañados de una carta firmada por el president, a los jefes de Estado o de Gobierno de los países de Europa donde la Generalitat está representada a través de alguna de sus delegaciones (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Austria, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo)”, precisa el documento.
El objetivo era crear una buena imagen internacional del proceso soberanista, de ahí que Diplocat gestionara la publicación de artículos en rotativos como Die Presse (Austria), The Scottish Independent (Escocia), Postimees (Estonia), The Irish Times (Irlanda), Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania), Perfil (Argentina), La Diaria (Uruguay) o The Guardian (Reino Unido). En una buena parte de estos países, se organizaron jornadas con el objetivo de explicar a los ciudadanos que “el proceso iniciado en Cataluña está basado en la autodeterminación y el derecho a decidir”.
Los representantes de Diplocat participaron como observadores internacionales en dos procesos electorales celebrados en 2015. Por un lado, las elecciones presidenciales en Uruguay. Por otro, el referéndum constitucional de Armenia. La estrategia consistía en demostrar al exterior que los líderes del proceso soberanista estaban guiados por valores democráticos. Es decir, difundir su “visión sesgada” de la realidad catalana, según denuncia la Fiscalía.