Ciencia

Los bonobos también necesitan gafas para ver de cerca

Un equipo de investigadores descubre que estos primates también sufren vista cansada cuando envejecen, lo que sugiere que este deterioro en la capacidad de acomodación del cristalino podría tener un origen común.

A medida que envejecemos, nuestro cristalino pierde flexibilidad y se produce la característica pérdida de visión de cerca que nos obliga a alejarnos un papel para poder leerlo. Los humanos llamamos a esto "vista cansada" y se suele mitigar con unas gafas que permiten ver de cerca, pero parece que no somos los únicos en sufrir este deterioro que dificulta la acomodación del ojo.

El equipo de Heungjin Ryu, del Instituto de Investigación en Primates de la Universidad de Kyoto, acaba de descubrir que los bonobos sufren este mismo proceso y tienen dificultades para ver en distancias cortas a medida que envejecen. El trabajo, publicado en la revista Current Biology, se basa en la observación de 14 bonobos salvajes con edades entre los 11 y los 45 años a los que fotografiaron en una reserva en el Congo mientras se acicalaban unos a otros, una práctica social muy extendida en estos y otros primates. Los autores se centraron en comparar la distancia a la que los bonobos realizaban este despiojado en función de la edad y el sexo y se dieron cuenta de que los ejemplares más mayores tenían que alejarse para ver bien lo que estaban haciendo.

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"Los resultados que obtuvimos fueron muy sorprendentes incluso para nosotros", asegura Ryu. "Cuando empecé a recopilar datos, no esperaba que la edad fuera un predictor tan bueno de la capacidad para ver de cerca".  Los investigadores ya habían observado con anterioridad que los ejemplares mayores se alejaban para ver bien, pero no fue hasta que vieron como el ejemplar más mayor, llamado Ten, despiojaba a su pareja que se dieron cuenta de que algo interesante estaba sucediendo.

"Hemos descubierto que los bonobos salvajes muestran síntomas de hipermetropía en torno a los 40 años de edad", sostiene el investigador. "Nos sorprendió que el patrón encontrado en los bonobos sea notablemente similar al de los humanos modernos". En su opinión, "esto sugiere que la senescencia de los ojos no ha cambiado mucho desde la existencia del antecesor común de los géneros Pan y Homo, aunque la longevidad en humanos es bastante mayor que en chimpancés y bonobos".

“Nos sorprendió que el patrón encontrado en los bonobos sea tan parecido al de los humanos modernos”

Este descubrimiento explica, en opinión de los investigadores, por qué los individuos más viejos del grupo no son los más favorecidos cuando se trata de elegir pareja para el acicalamiento. La presbicia y la hipermetropía asociada a este problema de acomodación del cristalino hacen que estos individuos vean también peor en la oscuridad, lo que entraña una dificultad especial para unos animales que viven en la espesura del bosque donde a menudo no hay mucha luz. El hallazgo también sería una prueba, indican, de que este tipo de problemas de vista no son consecuencia de la vida moderna y el tiempo que pasamos mirando pantallas electrónicas de todo tipo, sino que estaría profundamente arraigado en nuestro pasado común como primates.

Referencia: Long-sightedness in old wild bonobos during grooming (Current Biology)  DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2016.09.019

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