No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha respondido con sonrisas y promesas de unidad y colaboración al dardo que ayer lanzó la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, al secretario general, Pedro Sánchez, advirtiéndole de que no le hiciera elegir entre la lealtad al partido y a su comunidad autónoma. La 'número dos' de los socialistas no ha querido valorar si este mensaje abunda en la fractura de los socialistas y ha insistido en que esa disyuntiva que plantea la líder del PSOE andaluz no se da. Lo que sí existe, avisa Ferraz, es un planteamiento único en materia territorial, que es el aprobado en el 39 Congreso. Debate "cerrado".
La diputada asturiana ha sido la encargada de dar cuentas en rueda de prensa de la última reunión de la Ejecutiva federal antes de las vacaciones de verano y entre las preguntas ha habido muchas sobre el congreso del PSOE andaluz, sus reticencias a la España plurinacional de Pedro Sánchez y el mensaje de Díaz al secretario general, marcando territorio y defendido que por encima de todo ella se debe al Gobierno andaluz.
Habrán gustado más o menos las palabras que Susana Díaz pronunció ante los delegados andaluces, pero la 'número dos' del PSOE no ha querido ahondar en la división patente y ha optado por hacer oídos sordos a la advertencia, recordando que, después de la intervención de la presidenta andaluza, Sánchez cerró el congreso apelando a la unidad.
Eso mismo ha hecho este lunes Lastra, quien, como ya garantizara ayer el secretario general, ha asegurado que la dirección federal está "a disposición del socialismo andaluz para fortalecerlo", para "ayudarle a ganar las elecciones andaluzas, cuando toquen" y "apuntalar" la "próxima victoria de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno".
No es que en Ferraz no hayan entendido ese mensaje como una muestra de hostilidad, sino que creen que son los últimos estertores de una batalla que ya está cerrada. Algunas fuentes de la dirección federal así lo entienden, convencidos de que el mensaje de ayer de Susana Díaz tenía más lectura interna, hacia Andalucía, que hacia el PSOE, porque creen que la guerra se cerró el 21 de mayo.
Por eso, explican estas fuentes, Sánchez respondió a sus palabras garantizando colaboración y asegurando que ambos hablan "el mismo lenguaje", que es "el de la igualdad, la solidaridad, la libertad y la lealtad".
Así lo ha recordado también hoy Lastra, que ha apostillado que la división sólo le interesa a la derecha, mientras que la sociedad andaluza lo que también quiere es que haya un socialista en La Moncloa: "Saben que cuando mejor le ha ido a Andalucía es cuando ha habido un gobierno socialista en Andalucía y en España".
Pero, además, y ante la insistencia de los periodistas, ha defendido que esa disyuntiva que plantea Susana Díaz no existe, porque "nunca", ha dicho, ha habido una "dicotomía" entre algo que es "bueno para un territorio y malo para otro": "Al menos el PSOE nunca ha defendido eso".
Las resoluciones son de "obligado cumplimiento"
Y, del mismo modo, y pese a que hace una semana el secretario de Organización, José Luis Ábalos, dijera que el partido deberá tener un debate interno sobre el federalismo, Lastra ha dado por zanjada definitivamente la discusión sobre la plurinacionalidad. Después de asegurar que no hay ninguna "discrepancia" sobre este asunto, ha recalcado que las resoluciones del Congreso son claras al respecto y, además, "de obligado cumplimiento".
Así que no hace falta hacer ninguna "pensada común" más. El PSOE abrió el debate en 2013 con la Declaración de Granada y se ha "cerrado" en el 39 Congreso, que es "el órgano más sagrado" en el partido. Para Ferraz, fin de la discusión.
Es más, cree que "nadie se va a negar" a cumplir con ello. "Precisamente aquellos que más hablaban de la cultura de partido, saben tan bien como nosotros lo que es la cultura de partidos". Ahí, sí, recado a Andalucía.