Dimisión del presidente autonómico, moción de censura contra él o convocatoria de elecciones anticipadas. Esos son los tres escenarios que pueden abrirse en Murcia como consecuencia de la crisis que vive la región desde que su presidente, Pedro Antonio Sánchez, fuera llamado a declarar como investigado en el marco del caso Auditorio. A la luz del enrocamiento de PP y Ciudadanos en sus respectivas posturas, la tercera de las opciones comienza a asomar con más fuerza.
El partido naranja, que apoyó la investidura de Sánchez y sostiene a su Gobierno, exige la dimisión del presidente sin más dilación; los populares, por su parte, aseguran que esta no llegará antes de que se le abra juicio oral; la formación de Albert Rivera no detalla qué hará si el barón se mantiene en sus trece, pero ya ha deslizado que podría explorar una moción de censura junto a PSOE y Podemos. Con este panorama, PP y Cs han programado una reunión para el jueves en Murcia, donde sendas delegaciones autonómicas abordarán la situación con escasas posibilidades de entendimiento.
Sánchez ha anunciado que acudirá a la cita a hablar "de todo", mientras C's remarca que mantendrá lo mismo que ha dicho en público: el presidente tiene que dimitir y el PP designar un candidato alternativo. Fuentes del partido de Rivera admitían este lunes que ese "de todo" coloca la celebración de elecciones como "una opción". El presidente "las puede forzar", pero "tendría que explicar por qué antepone su puesto a la estabilidad de la región" y disuelve la Asamblea cuando aún no se han cumplido ni dos años desde los anteriores comicios, añadían estas fuentes. "Puede pensar que le conviene y que así alcanzará la mayoría absoluta, pero que no pierda de vista lo que le ocurrió a Artur Mas en 2012", zanjaban.
Ciudadanos cree que Sánchez puede medir mal sus fuerzas, llamar a las urnas para obtener una mayoría más amplia -ahora está a un escaño de la absoluta- y encontrarse con el efecto contrario. Lo mismo que le pasó a Mas en Cataluña hace cinco años, cuando creyó que unos nuevos comicios mejorarían su posición en el Parlament y al final perdió ocho puntos y doce diputados.
El PP murciano, al alza
El PP sacó en las autonómicas murcianas de 2015 el 37’4% de los votos, 21 puntos menos de lo que consiguió en 2012. Sin embargo, en las generales del 20-D y del 26-J recuperó terreno, situándose en el 40’4% y el 46’7%, respectivamente. Guarismos que dejarían a Sánchez en disposición de obtener la mayoría absoluta y no depender de Ciudadanos para gobernar.
Esta sería la primera vez que se celebran elecciones anticipadas en Murcia, prerrogativa que el Estatuto de Autonomía reconoce al presidente. "Previa deliberación del Consejo de Gobierno y bajo su exclusiva responsabilidad", establece el artículo 27.4 de dicha norma, "podrá acordar la disolución de la Asamblea Regional con anticipación al término natural de la legislatura". "La disolución se acordará por Decreto, en el que se convocarán, a su vez, elecciones, conteniéndose en el mismo cuantos requisitos exija la legislación electoral aplicable", detalla el texto.
El PP sacó en las autonómicas murcianas de 2015 el 37'4% de los votos, pero subió hasta el 46'7% en las generales del 26-J
Sánchez rechaza dimitir pese a la citación judicial, movimiento que podría acabar en moción de censura o elecciones y en el que tiene el total apoyo de Génova. El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, anunció la semana pasada que no le pedirá la renuncia y el coordinador general de los populares, Fernando Martínez-Maillo, señaló ayer que el partido respalda la candidatura del barón a la presidencia del PP regional. Sánchez es el único aspirante ante el congreso que el partido celebrará en Murcia en menos de tres semanas (18 de marzo) y saldrá de ese cónclave ungido como sucesor de Ramón Luis Valcárcel.
Los populares están convencidos de la inocencia del presidente regional y de que, llegado el caso del adelanto electoral, haría campaña con la imputación ya levantada y las sospechas de corrupción enterradas. Tras la declaración del próximo lunes, primera que realizará Sánchez en el caso Auditorio, podría quedar eximido. Más probable aún es que salga airoso de la Púnica, donde también se encuentra señalado por el presunto amaño de contratos con la red cuando era consejero de Educación. Contratos que no llegaron a firmarse, por lo que el PP está seguro de que el proceso no salpicará al barón.
Arma de doble filo
En ese caso, el horizonte sería una campaña electoral en el mes de abril con las sombras de la corrupción espantadas y el PP acusando a C's de no haber respetado la presunción de inocencia hasta el punto de obligar a disolver la Asamblea. No obstante, los populares aún tienen que tener dos cosas en cuenta antes de apostar por esta vía, amén de los imponderables judiciales. La primera, que el adelanto electoral ha de llegar antes de que se tramite una hipotética moción de censura que el PSOE puede presentar por sí solo -la legislación impide convocar elecciones con esa iniciativa en marcha-.
La segunda, que los nuevos comicios podrían suponer el principio del fin de Sánchez como presidente regional. "En todo caso, la nueva Cámara que resulte de las convocatorias electorales [anticipadas] tendrá un mandato limitado por el término natural de la legislatura originaria", establece el punto 5 del artículo 27 del Estatuto regional. Es decir, Murcia celebraría sus siguientes comicios en 2019 y no en 2021. Y allí ya no podría concurrir un Sánchez que habría estado dos mandatos al frente del Gobierno, porque la ley lo prohíbe desde la reforma que en 2014 impulsó el PP murciano. Su etapa en la presidencia quedaría así acotada a cuatro años.
El presidente de Murcia tiene el mandato limitado a dos legislaturas; en caso de adelanto electoral, podría verse forzado a apartarse en 2019
"No podrá ser elegido Presidente de la Comunidad Autónoma quien ya hubiese ostentado este cargo durante dos mandatos", recoge el artículo 7.2 de la ley del Estatuto del Presidente y del Consejo de Gobierno de la Región de Murcia. Quién sabe si adelantándose a los acontecimientos, Ciudadanos puso por escrito la semana pasada que ese punto implica que "no podría presentarse a la reelección la persona que haya ostentado la Presidencia durante dos mandatos de muy corta duración". Como sería el caso de Sánchez.
El partido naranja plasmó esta impresión en el informe que remitió al PP para impulsar la limitación del mandato del presidente del Gobierno, dejando así clara su interpretación de la ley murciana, de la que quizá los populares podrían hacer otra lectura: el periodo 2015-2019 contaría como un solo mandato, pese a haber tenido elecciones en medio. Y entonces estaríamos ante una nueva batalla jurídico-política entre PP y Ciudadanos.