Hace unos días habría parecido casi imposible, pero el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, fijó ayer una postura con la que pudo complacer a todo su partido, críticos incluidos, y al PSC. El anuncio del compromiso del Gobierno con la reforma de la Constitución, con plazo de inicio, dio oxígeno a sus compañeros catalanes y al mismo tiempo fue celebrado en sus propias filas, en las que también agradecieron el respaldo explícito al Ejecutivo en la respuesta los independentistas, artículo 155 incluido.
Sánchez no podía ocultar su cara de satisfacción nada mas acabar la rueda de prensa en Ferraz después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzara desde Moncloa el requerimiento al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que aclare si ha declarado o no la independencia. En medio de la preocupación por la situación en Cataluña, Sánchez se ha apuntado en su hoja de servicios el 'sí' de Moncloa a reformar la Carta Magna, una reclamación que los socialistas vienen haciendo, sin éxito desde 2013.
Y la respuesta del PSOE y del PSC fue inmediata. Entre los primeros, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que lo calificó de "acuerdo histórico", pero también otros dirigentes de su partido que en los últimos días han lanzado mensajes un tanto alejados de las tesis oficiales de Ferraz. Entre ellos, la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, que también celebró el acuerdo para empezar a hablar de la reforma de la Constitución.
"Cataluña no se encuentra en la Constitución y debe encontrarse"
La celebración es compartida y así se vio ayer en el Consell Nacional del PSC, que arrancó con Iceta defendiendo que es la única salida a la crisis territorial porque "Cataluña no se encuentra en la Constitución y debe encontrarse". Ahí, subrayó, es donde el PSC va a apostar por "un autogobierno más potente y mejor financiación". Y, ya a puerta cerrada, lo que escuchó fueron mensajes de apoyo. "Hemos respirado", reconocían algunos miembros del partido a este periódico.
El PSC se agarra ahora a este acuerdo, que durante tanto tiempo y con mucho ahínco han reclamado, para que la crisis se resuelva. Aunque de fondo planee la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que los socialistas catalanes llevan mucho tiempo rechazando.
Sin embargo, Iceta no eludió ayer la cuestión y avisó a sus compañeros de que si el autogobierno sigue en riesgo es por culpa de Puigdemont. En el Consell Nacional, defendió que es "normal" que el Gobierno pida al president que aclare si ha declarado o no la independencia, porque la gente debe saber qué leyes son las que están en vigor. Y si no lo aclara, avisó, seguirán en riesgo "la unidad del pueblo" y las instituciones de Cataluña.
Eso sí, el primer secretario del PSC también quiso dar argumentos a sus compañeros ante los ataques que les puedan hacer por haber llegado a un acuerdo con el Gobierno. Y les pidió que, ante esas críticas, recuerden que los socialistas catalanes pusieron "en riesgo" su relación con el PSOE "precisamente por decirle no a Rajoy" en su investidura "¡Por tanto, que no venga nadie a decir que estamos con Rajoy!", proclamó.
Y si hace un año aquella decisión del PSC, que rompió la disciplina de voto y abrió una crisis con el PSOE, que, en manos de la Gestora, llegó a plantearse dejarles fuera incluso de sus primarias, la situación ahora ha hecho peligrar también su relación. La coordinación entre Sánchez e Iceta ha estado siempre fuera de toda duda, pero la presión de los críticos y el artículo 155 ha hecho tambalearse a su hermandad.
Sin embargo, la maniobra de Sánchez ha provocado una distensión general. Porque, además de ofrecer argumentos al PSC, ha contentando al PSOE y a todas sus federaciones, incluidas las críticas. La firmeza de su respaldo al Gobierno y a la activación del artículo 155 recibió una oleada de aplausos.
Así se percibió ayer en la bancada socialista en el Congreso, muy revuelta en los últimos días. A lo que consideraban un apoyo tibio se sumó después la reprobación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que el Grupo Socialista "congeló" ayer y a la que ahora añaden muchos puntos suspensivos.
Pero ahora, son todo mensajes de apoyo. "Es el PSOE en el que me reconozco: reformista, con posición propia y llegando acuerdos", aseguraba ayer a este periódico un diputado crítico. "Comparto todo lo que ha dicho y me siento representado por sus palabras", añadía otro. Y todos celebraban también que los socialistas llegan unidos a este momento, también en Cataluña, algo que también agradecen explícitamente a Iceta.
"Rectificar es de sabios"
Eso sí, algunos aprovechan para lamentar que su posición no haya sido tan clara desde el primer momento, porque, si hubiera sido así, dicen, se hubieran ahorrado muchos dolores de cabeza y también muchas presiones. Aunque creen que "rectificar es de sabios", sostienen que hubieran sido de agradecer estos mensajes desde el principio.
Mientras tanto, dirigentes de Ferraz recalcan que para llegar a este punto ha habido que trabajar mucho y negociar bastante con Moncloa. Mientras les llovían las críticas la semana pasada, apuntan, ellos tejían el acuerdo que tanto se celebra ahora.
Y el pacto sirve también para que aquellos a los que se enfrentó Sánchez hace un año subrayen que la misma posición de Estado que ha adoptado ahora y que todos aplauden es la que se pedía entonces con la abstención a Rajoy que fracturó al PSOE.