Uno de los propósitos de Pedro Sánchez en su "segunda vida" como secretario general, como él mismo la denomina, era recuperar la relación con los 'barones' del partido y en Ferraz aseguran que se ha logrado. Con la excepción de su rival en las primarias, Susana Díaz: en este caso, ambas partes lo dan por irrecuperable, pero quieren barnizar de una mínima normalidad su relación, aunque falte rascar muy poco para que salgan las aristas. Y, con este objetivo de actuar con aparente naturalidad el líder de los socialistas ya tiene fecha para coincidir con la presidenta de la Junta, el próximo 23 de enero en Sevilla, en el marco de la gira que acaba de comenzar para retomar el contacto con la militancia a través de asambleas. Eso sí, será en su segundo paso por Andalucía, porque este jueves arrancó en Granada, sin presencia de Díaz.
El pasado lunes, la dirección federal anunció su intención de iniciar este nuevo periplo de Sánchez por España desde Andalucía, pero, aunque su intención es que los dirigentes territoriales se impliquen en esta estrategia, no pudo aclarar si empezaría de la mano de la secretaria general de la federación más numerosa del PSOE. Mientras tanto, en Sevilla el anuncio pilló de sorpresa y el secretario de Organización andaluz, Juan Cornejo, reconoció que no tenía los detalles de esa visita. No ha habido invitación y Sánchez estuvo este jueves en Granada acompañado por el alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca, y la cúpula local para hablar de pensiones con militantes y simpatizantes y responder a sus preguntas. Sin Susana Díaz.
Pero ya hay fecha para la foto entre ambos. Fuentes de la dirección socialista explican que el secretario general volverá a Andalucía este mismo mes y que entonces habrá ocasión de un encuentro. En concreto, se está cerrando una visita a Sevilla para el próximo día 23, para una nueva asamblea abierta que podría propiciar esa cita. Eso sí, lo más probable, apuntan, es que sea en otro foro diferente al de la asamblea con los militantes, que protagonizará el secretario general.
En este caso, explican las fuentes, sí ha habido comunicación. Algo que en el PSOE andaluz ya hubieran querido para este primer viaje a Granada, aunque sólo fuera por formalidad y cortesía. Durante estos meses, la relación entre Ferraz y San Telmo se ha canalizado a través de los secretarios de Organización, José Luis Ábalos y Juan Cornejo, pero las tensiones entre la dirección federal y la federación andaluza planean sobre cualquier vínculo.
Segundo encuentro con Díaz en Andalucía desde el 21M
Y el mal rollo se hace evidente a la primera de cambio. Desde que Sánchez se impusiera a la andaluza en las primarias del 21 de mayo sus encuentros han sido muy escasos y en todos ha asomado la verdadera naturaleza de su relación. Después del 39 Congreso, en el que protagonizaron una reunión breve y muy tensa, sólo se han visto en dos ocasiones. La primera fue en el cónclave que celebró después el PSOE andaluz en julio, en el que una Díaz ya más recuperada le avisó de que no le hiciera elegir entre la lealtad al partido y a su tierra. Por mucha sonrisa que forzaran, no hubo lugar a ocultar que la herida seguía más que abierta, hasta en los pequeños detalles: los pedristas todavía se quejan de que la organización cortó el aire acondicionado cuando Sánchez tomó la palabra.
Después, coincidieron en el único Comité Federal de esta nueva etapa socialista, el pasado noviembre, con un ambiente diferente. Ese día, la gestión de la crisis catalana, y en concreto el apoyo del secretario general al Gobierno en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, facilitó que el PSOE ofreciera una inédita imagen de unidad interna, de la que no se desmarcó ni la delegación andaluza, y que en Ferraz saborearon. Fue la guinda a los esfuerzos de Sánchez por tender puentes con los dirigentes territoriales, a los que se ha ido acercando, poco a poco, tras su vuelta a la dirección.
Otra cosa es Andalucía. Ni hay reconciliación, más o menos auténtica, ni se la espera. Eso sí, los socialistas andaluces insisten en que Susana Díaz está cumpliendo con su compromiso de retirarse de la pelea interna y de mantenerse absolutamente centrada en la gestión de la Junta. Y en Ferraz aseguran que se tratará a la federación andaluza como al resto.