El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha admitido este miércoles que la "Transición fue un éxito político", pero ha exigido un reconocimiento público a quienes "lucharon por las libertades de este país". Lo primero lo ha reconocido en un desayuno informativo y lo segundo lo ha destacado durante un "acto antifranquista" organizado por su partido, IU y las confluencias en una sala del Congreso. Este "homenaje alternativo" ha tenido lugar justo antes de la celebración oficial del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas-
Entre esas "víctimas del franquismo", Iglesias ha destacado a quienes sufrieron "torturas de personajes siniestros como el comisario (Roberto) Conesa o Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, miembros de la Brigada Político Social". "Hacemos este acto para que los héroes y heroínas de la Democracia tengan el reconocimiento institucional que merecen y que todavía está pendiente", ha manifestado Iglesias. En este contexto, ha denunciado que González Pacheco "nunca fue juzgado". Sobre este expolicía pesa orden de detención de la juez argentina María Servini, pero la Justicia española he denegado su extradicción al estar prescritos los delitos.
Igualmente existe tal orden de captura sobre el exministro Rodolfo Martín Villa (UCD), cuya condecoración este lunes en el Congreso junto a otros artífices de la Transición ha sido denunciada por Unidos Podemos. Iglesias le ha responsabilizado, junto al exsecretario general de Alianza Popular Manuel Fraga, de las cinco muertes en los Sucesos de Vitoria el 3 de marzo de 1976.
El líder de Podemos también se ha referido al último testimonio televisivo del excomisario José Manuel Villarejo "formado en la misma escuela torturadores" que Conesa y Billy el Niño. Ha dicho que sus palabras "muestran que nuestra democracia necesita deshacerse de estos tipos. Un tipo como este no ayuda a la consolidación de nuestra democracia. La democracia no se defiende desde la cloacas, ni matando ni torturando", ha enfatizado.
La sala del Congreso que ha acogido este acto alternativo ha sido la misma en la que PP y Ciudadanos cerraron su acuerdo de investidura el pasado agosto. Tras aceptar la invitación de Unidos Podemos, han acudido diputados del PSOE, PNV, PDCat y Compromís.
Sin embargo, delante de los represaliados del franquismo, que han incidido el lema quincemayista "¡Lo llaman democracia y no lo es!, Iglesias no se ha atrevido a decir lo que había afirmado unas horas en un desayuno informativo organizado por Europa Press. Allí, a pregunta del moderador, el líder de Podemos admitió que la "Transición fue un éxito político". Junto a ello, matizó que aquel episodio también "frustró las exigencias de la izquierda en ese momento". "Imagínese lo que supuso para los demócratas que ganara en 1977 una formación integrada por cuadros de la dictadura", apostilló.
Con todo, el secretario general de Podemos afirmó que a raíz de la Transición "se hicieron muchas cosas buenas" como "la construcción de un sistema público de salud" o "la extensión de la educación pública a niveles desconocidos". Sin embargo, acto seguido volvió a pintar esa "España negra" que ya le afeó el jefe del Gobierno, Marianoy Rajoy, en la fallida moción de censura. "A día de hoy nuestra democracia está amenazada y hay que defenderla y consolidarla con estos tres desafíos: la corrupción, los derechos sociales y Europa, y la plurinacionalidad", enfatizó Iglesias.