Jorge Fernández Díaz presidirá la Comisión de Exteriores del Congreso y José María Aznar no comparecerá ante la comisión anticorrupción gracias a la “oposición blanda” del PSOE. Esa es la denuncia que hace Podemos, partido que cree que se está consolidando en la Cámara una dinámica que los sitúa a ellos en un bloque, a PP y Ciudadanos en otro y a los socialistas decantando la balanza hacia los segundos, vía abstención. Eso siempre y cuando tengan “un día duro” y no voten lo mismo que populares y naranjas, ha criticado este martes el portavoz parlamentario de Unidos Podemos, Íñigo Errejón.
La formación morada pretendía evitar que el exministro del Interior presidiera la citada Comisión de Exteriores, ya que entiende que la reprobación que recibió del Congreso hace escasas semanas lo desautoriza para tal cargo. El PP propone a Fernández Díaz porque cree que está en pleno uso de sus “derechos y obligaciones” como diputado y que es perfectamente lícito su nombramiento. Al comienzo de la legislatura, todas las fuerzas llegaron a un acuerdo para repartirse las presidencias de comisión, comprometiéndose a no cuestionar los candidatos que cada partido eligiera para las suyas.
El partido morado presentará su propio candidato para presidir la Comisión de Exteriores
Los populares, a quienes correspondió estar al frente de Exteriores, creen que tal pacto entierra cualquier debate, mientras la oposición lamenta que el elegido sea el extitular de Interior. PSOE y Ciudadanos, para expresar su crítica sin saltarse el acuerdo, votarán en blanco cuando llegue el momento de designar a Fernández Díaz. Unidos Podemos, en cambio, ha propuesto a los socialistas lanzar una candidatura alternativa -prometiendo su voto a un aspirante de Ferraz-, pero la idea ha sido rechazada de plano.
Aun así, Errejón ha anunciado que llegarán “hasta el final” tratando de aplazar la votación al máximo, pidiendo un “informe de idoneidad” sobre Fernández Díaz y, en último término, postulando a su diputado Pablo Bustinduy para la presidencia de la Comisión. El PSOE ha rechazado participar de esa operación porque entiende que sería vulnerar un “pacto institucional” que siempre se articula al inicio de las legislaturas y siempre se respeta.
"Al PSOE no le gusta"
“Al Partido Socialista no le gusta Jorge Fernández Díaz”, ha declarado Hernando al término de la Junta de Portavoces, y por eso fueron los primeros en pedir una comisión de investigación sobre su actuación en Interior, pero hay un acuerdo que van “a respetar”. “Es una decisión errónea del Grupo Popular proponerle”, concluye, que hará un “destrozo a la Comisión de Exteriores” pero no está en su mano impedirlo. Una lectura muy similar ha hecho el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que también votará en blanco.
Para Podemos, sin embargo, es otro indicio del pacto a tres que ven consolidándose en el Parlamento. Como lo es el hecho de que no haya salido adelante su petición de comparecencia del expresidente del Gobierno, José María Aznar, en la comisión anticorrupción. Errejón ha mostrado “preocupación” ante el hecho de que el PSOE no lo haya respaldado. Ellos querían que rindiera cuentas por el caso Gürtel, cuyo juicio se está celebrando actualmente, propuesta que han rechazado PP y Ciudadanos y sobre la cual los socialistas se han abstenido. La explicación “procedimental” no convence a Podemos, que cree que el PSOE está ayudando a tapar “las vergüenzas al señor José María Aznar” esgrimiendo que su comparecencia “no tocaba”.
Errejón acusa a los socialistas de tapar tapar "las vergüenzas al señor José María Aznar"
“No se ha rechazado nada, hay un informe que se ha trasladado a la comisión”, ha defendido Antonio Hernando, que cree que en Podemos “seguramente no estaban bien informados” del procedimiento a seguir.
El partido morado insiste en que estas maniobras no son una excepción, sino la regla, y aduce más ejemplos como la negativa a constituir una comisión de investigación sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE’s), que hoy han vuelto a pedir en el Congreso. PP y Ciudadanos la han rechazado y el PSOE se ha abstenido. El reparto de preguntas para las sesiones de control al Gobierno, que no contenta a los de Pablo Iglesias porque “prima” a los socialistas como “principal partido de la oposición”, es según Errejón otro argumento a favor de su teoría.
Ese reparto establece que se le hagan tres preguntas al jefe del Ejecutivo en cada sesión de control: una el PSOE y dos el resto de la oposición, que se irá turnando. Una práctica que imperó en otras legislaturas y que Podemos cree que no cabe en esta, porque “España es otro país” distinto al del bipartidismo. “Nos tememos que el PP haya encontrado un chollo: privilegiar a una oposición que no se le opone”, ha zanjado Errejón. El distanciamiento de Podemos sobre el resto de grandes partidos se agudiza prácticamente por días, evidenciando que en esta legislatura será muy difícil verles participar de acuerdo alguno.
