Gobierno y Generalitat están aún muy lejos de poder entenderse. Los intentos del Ejecutivo por tender puentes con el independentismo y buscar una salida dialogada al desafío secesionista no han arrojado hasta el momento más resultado que la constatación de la enorme distancia que separa a ambos actores. Mientras el Estado ofrece hablar de todo salvo del referéndum, los soberanistas demandan un diálogo "sin líneas rojas" que se centre principalmente en ese punto: la consulta de autodeterminación que la Generalitat pretende convocar en 2017.
Este martes, en la sesión de control al Gobierno en el Senado, se ha producido un nuevo reflejo de esa situación. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado una pregunta del senador Josep Lluís Cleries -PDECat, antigua Convergència- para emplazarle a desligarse de los antisistema de la CUP y sentarse a hablar de demandas viables. "Huya de quienes quieren acabar con todo, huya de los extremistas, de los que están buscando el enfrentamiento", ha proclamado Rajoy: "Por ahí no van a parte alguna".
El jefe del Ejecutivo ha lanzado este "consejo" al final de su intervención, para poner el foco en los últimos desafíos lanzados por cargos de la CUP, que han roto y quemado en público fotografías del Rey para mostrar su apoyo a otros ciudadanos detenidos por hacer eso mismo y no presentarse a declarar ante el juez una vez citados. La formación antisistema juega un papel central en el Parlamento catalán, puesto que Junts del Sí no alcanza mayoría absoluta por sí solo y necesitan el apoyo de los 'cuperos' para ir sacando adelante su hoja de ruta independentista. Una circunstancia que ya provocó el abandonó de Artur Mas de la primera línea y abocó al presidente regional, Carles Puigdemont, a someterse a una cuestión de confianza en septiembre tras no poder aprobar los presupuestos. Moncloa presiona por ese punto para tratar de mover a la antigua Convergència al cauce de la legalidad.
"No es justo que ustedes pongan el termómetro del diálogo en el único punto en el que ni ustedes ni nosotros podemos negociar", ha resaltado Rajoy, porque la soberanía nacional "corresponde al conjunto del pueblo español". El planteamiento del independentismo, sintetizado bajo el mantra 'referéndum o referéndum', "nos deja sin márgenes a todos, no conduce a nada, supone plantear un contrato de adhesión, debiera hacer un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro".
Antes de eso, Cleries había solicitado al presidente que concretara su oferta de diálogo, ante la que muestra recelo porque hasta ahora no ha percibido más que un "monólogo" por parte del Estado y la "judicialización" del proceso independentista. El senador del PDECat ha advertido de que la Generalitat continuará con su "compromiso electoral" y siguiendo la misma hoja de ruta, pese a lo cual emplaza a Rajoy a dialogar apartando la "ideología". "Se puede hablar de todo con voluntad de explicarnos y escucharnos mutuamente pero no vamos a renunciar a nuestro anhelo", ha explicado. Además, ha criticado que la vicepresidenta y ministra para las Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría, se haya reunión antes con los líderes regionales de Ciudadanos y PSC que Puigdemont. "Mantengan el respeto institucional", ha reclamado, "no hablen solamente con los que forman el nuevo tripartito".
El jefe del Ejecutivo ha insistido en el ofrecimiento que ya hizo Santamaría hace días en el Congreso: negociar sobre la financiación autonómica, la inversión en infraestructuras, el modelo educativo, el futuro de las pensiones, los Presupuestos de 2017, la lucha contra el fraude "y sobre todo de evitar que se hagan leyes contrarias a la Constitución". Rajoy invita al PDECat a participar del debate sobre los grandes temas de Estado y a negociar sobre la ya célebre lista de demandas que en su día presentó Puigdemont al Gobierno -excluyendo la consulta-, pero su interlocutor insiste en exigir un "diálogo bilateral" que incluya el referéndum. Además, desconfía de la mano tendida -que ve como una "operación cosmética"- y se acoge al Evangelio para incidir que solo se fía de los hechos y no de las palabras: "Por sus obras los conoceréis".
"Si quieren dialogar, adelante", ha animado el senador Cleries, pero "bilateralemnte, sin condiciones, sin líneas rojas". Luego, "habrá acuerdos o no, pero será un diálogo sincero o no será un diálogo". "Me temo que con reproches y con agravios pocas cosas se pueden resolver en esta vida", le ha respondido Rajoy: "Si alguien busca el enfrentamiento, a mí no me van a encontrar".