Política

Sigue la guerra fría: Díaz no invita a Sánchez a la gran reivindicación de Andalucía

El PSOE-A recuerda este fin de semana los 40 años de la manifestación en la que los andaluces se echaron a la calle para exigir el máximo nivel de autonomía, una celebración que servirá a la presidenta de la Junta para dejar clara su posición en el debate territorial

  • Pedro Sánchez junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, durante una reunión con barones regionales.

La federación socialista que lidera Susana Díaz ya tiene todo preparado para la que será la fiesta grande de la reivindicación del 4D, cuando se cumplen los 40 años de la multitudinaria manifestación en la que los andaluces se echaron en la calle para reclamar autogobierno. El PSOE andaluz ha querido poner esta fecha con fuerza en el calendario, en medio del debate territorial, pero en su celebración no cuenta con el secretario general del partido, Pedro Sánchez

Según confirman a este periódico fuentes socialistas, no ha habido invitación al líder del PSOE para un acto que se considera "eminentemente andaluz". Sánchez no estará así, en Torremolinos (Málaga), en la conmemoración del 4D en la que Susana Díaz estará arropada por su partido y acompañada en el estrado por sus dos predecesores que protagonizaron el camino de Andalucía hacia la autonomía plena: José Rodríguez de la Borbolla y Rafael Escuredo. No estarán, en cambio, los de ex presidentes más recientes, Manuel Chaves y José Antonio Griñan, pendientes del juicio por los ERE. 

Durante años, la gran celebración en Andalucía ha sido el 28F, fiesta en la comunidad, en recuerdo del referéndum que, en 1980, abrió camino hasta la aprobación de su Estatuto de autonomía en 1981. Pero este año, el PSOE andaluz ha decidido recordar especialmente y por todo lo alto aquella manifestación para ondear la bandera de Andalucía y reivindicar su lugar en el mapa de España, defendiendo que los principios que les sacaron a las calles entonces deben seguir vigentes en el debate actual. 

Tanto el Gobierno como el partido otorgan la máxima importancia a esta fecha, pero eso no ha llevado a requerir la presencia del secretario general. Sánchez no estará el sábado en Torremolinos, pero tampoco estará en los debates organizados por la Cadena Ser con motivo de los 40 años del 4D, en los que han participado los principales dirigentes políticos andaluces y que el lunes protagonizará Susana Díaz.

Todos los líderes andaluces invitaron a los máximos responsables de sus partidos, excepto la presidenta de la Junta de Andalucía. El coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, estuvo con Alberto Garzón; la líder de Podemos en la comunidad, Teresa Rodríguez, invitó a Pablo Iglesias; el presidente del PP andaluz, José Manuel Moreno Bonilla, compartió foro con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y el líder de Ciudadanos, Juan Marín, estará con Albert Rivera. Sin embargo, Susana Díaz ha elegido estar con Rafael Escuredo.

Será así la única que no hablará con un líder nacional de su partido en estos encuentros en los que, bajo el título de '40 años de autonomía y libertad', la emisora en Andalucía ha propiciado debates sobre el papel de la comunidad en el modelo territorial, la financiación autonómica y la crisis catalana. No habrá un encuentro Díaz y Sánchez.

Y si en Andalucía no ven necesaria la presencia del secretario general, en Ferraz restan importancia al desencuentro. A diferencia de la primera etapa de Sánchez al frente de la Secretaría General, en la que ambos estuvieron meses negando un conflicto que acabó dirimiéndose en las primarias del 21 de mayo, ahora ni uno ni otro disimulan la frialdad de su relación.

Sánchez volvió a liderar el partido con todo el 'aparato' del partido en contra, pero en estos meses ha ido acercándose a los 'barones' que estuvieron con Díaz en aquella contienda. Después de tender puentes con el extremeño Guillermo Fernández Vara, a quien nombró presidente del Consejo de Política Federal, cargo que antes ostentaba Díaz, también ha mejorado su relación con los presidentes de Valencia, Ximo Puig, Aragón, Javier Lambán, y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Ni hay acercamiento, ni se busca

Con Susana Díaz, en cambio, no ha habido acercamiento, ni se ha buscado, desde ninguna de las dos partes. La presidenta de la Junta andaluza está totalmente volcada en su Gobierno y en su federación, con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas, y no quiere saber nada de disputas internas. 

La conmemoración del 4D está sirviendo para que el PSOE coloque encima de la mesa su posición en el debate territorial y ponga negro sobre blanco cuáles son sus planteamientos, y así se ve en el vídeo que han lanzado esta semana en las redes sociales con motivo de la celebración. Pero Díaz no quiere una confrontación directa con Ferraz ni con Sánchez. 

Porque, si bien la unidad del PSOE no se ha visto resentida en estas semanas de crisis en Cataluña ni con las últimas reclamaciones en torno a la financiación autonómica, está claro que sus planteamientos no coinciden al cien por cien y que un debate como el organizado por la Cadena Ser sería un mal trago para ambos. 

El PSOE andaluz no ha puesto pegas a la posición del partido en la crisis catalana y el secretario general supo frenar la semana pasada que el creciente malestar en algunos territorios por la falta de respuesta del Gobierno a la financiación autonómica se convirtiera en un conflicto interno, pero la desconfianza entre ambos es mutua y no se espera un acercamiento.

Sánchez sí estuvo en la clausura del Congreso que reeligió a Díaz secretaria general de su federación (ha estado en todos los cónclaves regionales), pero esa cita, a finales de julio sirvió para que la presidenta de la Junta dejara claro que antes que con Ferraz, su lealtad estará siempre con su comunidad, y para que socialistas de uno y otro lado acumularan agravios. 

Desde entonces, ambos han guardado las formas, y así se vio la última vez que coincidieron, en el Comité Federal que celebró el partido el 11 de noviembre en Alcalá de Henares (Madrid). Fue la primera gran cita del partido en la segunda era en Ferraz de Sánchez, que, además, sirvió para que todos los 'barones', también la andaluza, cerraran filas con su posición en Cataluña. Aunque no todas estén igual de prietas.

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