Política

Miles de independentistas 'toman' Barcelona para preparar el desafío del 1 de octubre

Los convocantes pasan el 'cepillo' para pagar las multas y fianzas de Artur Mas y los demás cargos públicos encausados en los procesos soberanistas 

  • La manifestación de la Diada de Cataluña, en directo

Una enorme masa (medio millón, según la convocante ANC ha salido en la tarde del lunes a la calle en Barcelona para mostrar su apoyo al referéndum ilegal de independencia del uno de octubre, cuyo éxito va a radicar en la actitud que adopten los 947 alcaldes catalanes, ahora muy divididos. El Gobierno confía en que esa renuencia de los munícipes a participar en una ilegalidad, unida a la negativa de muchos funcionarios a jugarse su puesto de trabajo, en particular los Mossos de Esquadra, hagan imposible materialmente una consulta que esa enorme masa ha reclamados esta tarde al grito de "¡¡Votarem!!" (votaremos) e "¡¡independencia!!" .

Mariano Rajoy confía en no tener que hacer uso del artículo 155 de la Constitución, que faculta al Gobierno asumir el mando de la autonomía -que no suspenderla- hasta que se restablezca la normalidad. "Pero tampoco lo descarta", confesaba hace escasas horas a Vozpópuli una persona que ha hablado con él en las últimas semanas.

Tanto él como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se han autoconvencido de que la vía del diálogo que intentaron antes del verano con la Generalitat ya solo será posible a partir del 2 de octubre y, previsiblemente, con quienes del Govern sobrevivan al tsunami de querellas y actuaciones judiciales por desobediencia y malversación de fondos.      

No en vano, la petición del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a los ciudadanos para que presionen a los ediles tuvo reflejo desde primera hora de la jornada festiva cuando, en la ceremonia floral ante el monumento a Rafael de Casanova, la alcaldesa de Hospitalet de LLobregat, Nùria Marín, en presencia de la barcelonesa, Ada Colau, se encaró con Puigdemont: "Deja en paz a los alcaldes", le dijo.

Una hora antes de que arrancara la manifestación, la Plaza de Cataluña de la Ciudada Condal ya registraba un lleno absoluto y la presidente del Parlament, Carme Forcadell, animaba a los catalanes a defender su derecho a decidir en la consulta del próximo 1 de octubre: "No sabemos qué pasará ese día, si ganará el  o el no, pero pase lo que pase Cataluña habrá ganado", insistió.

Este año la movilización, estuvo precedida de un minuto de silencio en memoria de los atentados yihadistas de Barcelona del pasado 17 de agosto. La ANC, entidad organizadora de las manifestaciones de la Diada desde 2012, ha asegurado que los inscritos en la movilización de este año se aproximan al medio millón de personas. A las 17:14 horas, desde los extremos de los cuatro brazos de la manifestación, se desplegaron cuatro grandes pancartas, que avanzarán por encima de los asistentes, para confluir en el cruce entre paseo de Gràcia y la calle Aragó.

Y los organizadores han pasado el 'cepillo' entre la multitud para sufragar las multas de loe encausados por el 9-N de 2014, Artur Mas entre ellos. El presentador del acto, Quim Masferrer, ha alegado que con esos donativos se podrá hacer frente a la "represión del Estado" contra el independentismo catalán. Junto a Mas, están imputados por aquellos hechos la entonces vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, y los consellers Francesc Homs e Irene Rigau

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