Una vez acaben los congresos regionales, no habrá acabado el lío interno en el PSOE: faltará por resolver los provinciales y entonces habrá ocasión de repetir los 'cara a cara' entre 'pedristas ' y 'susanistas' que, después del 21 de mayo, se han visto en algunas federaciones. También en las provincias de Andalucía. Los 'pedristas' no presentaron candidato alternativo a la presidenta, Susana Díaz, pero esperan a esa segunda fase para plantar cara al 'aparato'.
Tras perder las primarias frente a Pedro Sánchez, la secretaria general del PSOE andaluz se retiró a su federación y se puso como objetivo centrarse en su Gobierno y reforzar su liderazgo. Para ello, dejó claro que daba la batalla por terminada y que apoyaría la Ejecutiva y el proyecto que su secretario general, Pedro Sánchez, decidiera. Y así fue, sin entusiasmo -ni siquiera esperó a votar la ponencia en el 39 Congreso-, pero desde el PSOE andaluz no hubo ni una reclamación ante una dirección sólo de afines.
Y la película se ha repetido, al contrario, en el congreso del PSOE andaluz. Sin contrincantes -aunque se animó hasta el último momento al ex dirigente de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias para que diera el paso-, Díaz ha sido reelegida secretaria general sin oposición y el próximo fin de semana su proyecto será aprobado en un congreso al que llega con el grueso de los delegados a su favor.
El resultado que arrojaron los 'congresillos' del pasado fin de semana en las ocho provincia es de un 90% de delegados afines a Susana Díaz y sólo un 10% de 'pedristas'. Con estos números, la presidenta se asegura que su gestión y su proyecto saldrán refrendados con un apoyo abrumador, muy por encima del 62,98% de los votos que obtuvo en las primarias en su federación, la única en la que ganó a Pedro Sánchez.
En Andalucía hubo quejas por la falta de integración desde las plataformas 'pedristas', aunque algunos socialistas, afines a la dirección federal, apuntan que no esperaban otro resultado. También daban por hecho que en esos 'congresillos' la aprobación de la gestión de Susana Díaz fuera tan alta: "A mano alzada y contra el aparato no se mueve nadie", señalaba un 'pedrista'.
Pero otra cosa es, añaden, cuando el voto es secreto. Y eso podrá ocurrir en los congresos provinciales que tendrán lugar ya en el otoño. Por el momento, no se señala el mapa de las provincias donde el 'susanismo' tendrá oposición, ni se le pone nombre y apellidos, pero los 'pedristas' dejan caer que la presidenta de la Junta de Andalucía se podrá encontrar con dirigentes no afines en su mesa.
Por lo pronto, sí se apunta que Almeria, Cádiz, Granada y Málaga son las provincias en las que, en principio, puede haber más movimiento a favor del 'pedrismo'. En las cuatro los apoyos de Susana Díaz el pasado 21 de mayo estuvieron por debajo del 60%. Su peor resultado fue en Cádiz, donde se quedó en el 55,46%, frente al 38,97% de Pedro Sánchez, y a más de 13 puntos del 68,64% que obtuvo en Sevilla.
Cádiz es una de las provincias donde el 'pedrismo' puede estar más fuerte y así se vio ya este fin de semana: fue el único 'congresillo' en el que una lista alternativa al 'aparato' sacó más del 20% de los votos y se arrogó el derecho de incluir a algunos de sus miembros en la lista de delegados al regional. En Almería y Jaén se quedaron por debajo y en otras no se presentó batalla. Para los 'susanistas', el resultado es buena muestra de que el partido está unido en torno a su secretario general y que a los 'pedristas' no les dan los números.
Sin embargo, los afines a Pedro Sánchez avisan a Susana Díaz de que, en vez de pensar en el 90% que ha apoyado su gestión este fin de semana, debe tener en cuenta que "casi un 40% no le votó" en su federación el pasado 21 de mayo, cuando el voto se hizo "en urna y en secreto".
La clave: de un 20 a un 3% de avales
Por eso, están convencidos de que la unidad de la que sacará pecho este fin de semana tiene sombras. Eso sí, también reconocen que la dirección regional tiene un papel muy importante a la hora de facilitar o no que haya candidatos alternativos: la cifra de avales que deberán presentar.
Según las normas actuales, los candidatos deben presentar avales del 20% del censo, una cifra que, señalan, es difícil de obtener cuando se presentan "frente al aparato". Sin embargo, en el 39 Congreso federal se aprobaron cambios que permiten rebajar esa cifra al 3%. Y las federaciones tienen la opción de escoger si empiezan a aplicar ya las nuevas normas o mantienen las antiguas todavía en este proceso.
Extremadura y la Comunidad de Madrid, por ejemplo, han optado ya por las nuevas normas, con menos avales y elección a dos vueltas, y las plataformas de militantes 'pedristas' han pedido ya al PSOE andaluz que también lo haga. En concreto, ya han hecho el llamamiento a las direcciones provinciales de Sevilla y Jaén, para que en sus próximas convocatorias tengan en cuenta los reglamentos que pueden facilitar la concurrencia de aspirantes.
La decisión, sostienen, es clave. Creen que una vez pasado el trámite de las firmas de los afiliados es cuando se desarrolla la verdadera competencia. Y como prueba señalan a lo que ocurrió el pasado 21 de mayo, cuando Susana Díaz tuvo más avales que votos. Ahora, se agarran a esto para insistir que "el aparato pesa mucho" en las primarias y hay que facilitar que la carrera sea lo más libre posible. Si se mantiene el 20% de avales, en Sevilla harían falta "2.000 valientes", afirma un 'pedrista', para que un candidato no afín a la dirección tuviera opciones de presentarse.
Por el momento, y mientras se decide dónde se va a dar la batalla, ya hay un 'pedrista' que ha dado el paso. El líder del PSOE en Granada capital, Chema Rueda, ha anunciado que iniciará de inmediato los contactos con la militancia para presentarse al proceso e intentar liderar la provincia.
Para esta batalla habrá que esperar al otoño. Por lo pronto, se mantienen las formas entre Madrid y Sevilla. De hecho, el próximo domingo, el secretario general estará en la clausura del congreso andaluz, junto a Susana Díaz. Buscan la foto de la "normalidad", aunque las espadas están lejos de estar enterradas.
