Política

Sánchez se posiciona en el lío cántabro: traslada a Revilla que la nueva dirección manda

El secretario del PSOE y el presidente de Cantabria almuerzan juntos en Madrid para abordar la crisis en el Gobierno que comparten el PRC y los socialistas después de que la vicepresidenta perdiera las primarias frente a un candidato 'pedrista' que pide cambios en el Ejecutivo autonómico.

  • Pedro Sánchez y el presidente de Cantabria, en una imagen de archivo

La crisis de los socialistas en Cantabria ha llegado a Madrid. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, han comido juntos en la capital para tratar la "complicada" situación que atraviesa la federación socialista en esa comunidad, y que podría afectar al Ejecutivo regional. Y el líder del PSOE le ha dejado claro a quién apoya.

Según han confirmado a este periódico fuentes socialistas, Sánchez le ha trasladado a Revilla en este almuerzo que respalda las decisiones que tome la nueva Ejecutiva del PSOE en Cantabria, desde julio en manos del alcalde de Santa Cruz de Bezana, Pablo Zuloaga, enfrentado a su antecesora y vicepresidenta del Gobierno regional, Eva Díaz Tezanos.

Después de ganar las primarias, Zuloaga le comunicó a Díaz Tezanos que quería cambios de "segundo nivel" en las consejerías que los socialistas tienen en el Gobierno de coalición y la vicepresidenta se negó, aludiendo que los equipos funcionaban "perfectamente". En agosto, la tensión fue en aumento y el nuevo secretario general cántabro ha puesto en su foco al consejero de Educación, Ramón Ruiz. Su objetivo es que el Gobierno y el partido estén plenamente conectados y trasladar así los cambios que los militantes decidieron en las urnas, por un estrecho margen de 167 votos (1.267 frente a 1.100).

Mientras tanto, desde el entorno de la ex secretaria general se acusa al nuevo líder de no estar preocupado por el proyecto político, sino exclusivamente por los sillones y de querer anular a un sector del partido, que podría volver a plantar batalla en las primarias de 2019, cuando haya que elegir al cartel de las elecciones autonómicas.

Según fuentes del entorno de Revilla, esta cita estaba pendiente desde hace "más de un mes y medio"

Así las cosas, Ferraz decidió tomar cartas en el asunto y este viernes viajaron a Santander la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos, para tratar de favorecer un acuerdo, aunque con el mensaje de que a quien le corresponde tomar ahora decisiones es a la nueva dirección.

Este mismo mensaje es el que le ha trasladado personalmente el secretario general del PSOE al presidente de Cantabria, en una reunión en Madrid, aprovechando la presencia de Revilla en la capital para acudir a un programa de laSexta. Según fuentes del entorno del presidente cántabro, esta cita estaba pendiente desde hace "más de un mes y medio", con el objetivo de hablar de la situación política en general, marcada por la crisis con Cataluña.

Sin embargo, la crisis de los socialistas cántabros ha centrado la cita. Según fuentes socialistas, Sánchez le ha explicado que apoya a la nueva Ejecutiva salida de las primarias, en las que ganó el candidato 'pedrista'. Pero se ha mostrado convencido de que las decisiones que tome, y que respaldará, irán "en pro de la estabilidad del Gobierno y de su impulso". 

Revilla ha pedido a Sánchez que la "crisis" de los socialistas no se traslade a la gobernabilidad de Cantabria

Por su parte, el presidente cántabro ha dejado claro que no va a inmiscuirse en los asuntos internos de otro partido pero ha pedido a Sánchez que la "crisis" de los socialistas no se traslade a la gobernabilidad de Cantabria, han explicado a este periódico fuentes de su entorno.

Dicho esto, según estas fuentes, Revilla ha subrayado que el pacto de Gobierno es entre el PRC y el PSOE cántabro, es decir, no es un acuerdo con nombres y apellidos, sino entre dos partidos políticos para llevar a cabo un programa político.

Por lo tanto, el presidente considera que es al PSOE a quien le corresponde decidir quién dirige y gestiona las cuatro consejerías que le corresponden en virtud de ese acuerdo y no interferirá. Otra cosa sería, apuntan estas fuentes, que se quisieran cambiar las políticas, lo que sí conllevaría una revisión del pacto de gobierno. 

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