Los abusos sexuales por parte de la Iglesia en España vuelven a estar presentes en todos los periódicos nacionales. La institución española ha abierto una investigación sin precedentes, después de que el diario El País entregase al Papa Francisco y al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, un informe con 251 casos de abusos a menores por parte de sacerdotes o trabajadores del sector religioso.
En este contexto, un estudio realizado por la Fundación ANAR, dedicada a defender los derechos de la infancia, refleja que los curas representan el 0,2% del total de agresores.
Algunos cargos eclesiásticos, como el exobispo de San Sebastián, don José Ignacio Munilla, se han aferrado a este dato para tratar de reducir la estigmatización que está viviendo la iglesia por este drama de los abusos a menores.
Según el estudio de la fundación que protege los derechos de los niños, los sacerdotes ocupan el último lugar dentro del grupo de agresores. Ese 0,2% que representan las agresiones realizadas por algún miembro del sector religioso se enfrenta al 23,3% en el que el agresor es el padre, que encabeza la lista con mucha diferencia, tal y como se puede ver en este gráfico realizado por la fundación en base a registros propios.
El perfil del autor del abuso
Muy por detrás de los padres se encuentran compañeros de la víctima, que acumulan el 8,7% de los abusos. El tercer puesto es para los amigos, que representan el 5,7%. El resto de la lista la forman en su mayoría familiares más o menos cercanos.
Sin embargo, hay algunos casos que llaman la atención. Entre ellos, el de los internautas. Los 'ciberamigos' son los agresores de los menores en el 5,2% de las veces. También acumulan un porcentaje alto los adultos sin relación con la víctima (4,7%) y otros menores (2,3%). Las madres y las abuelas también cometen más abusos que los sacerdotes. Concretamente, representan el 1,4% y el 0,3% respectivamente.
Hay dos grupos que interesa señalar especialmente: los profesores y los monitores de actividades extraescolares. De ambos se espera (y se les exige) un respeto especial a los menores, por el contacto directo y diario que tienen con ellos. Y dentro de este organigrama se encuentran por encima de los sacerdotes. Los profesores han sido culpables del 3,7% de los abusos (3,5% por encima de los cometidos por la Iglesia) y los monitores del 1%.
Este hecho es el que recriminan desde la Iglesia que, si bien no justica el horror de las agresiones sexuales a niños, sí que piden que se juzgue a todos con la misma vara. De hecho, el propio obispo ha compartido un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el que se cuestiona por qué la sociedad se centra en los abusos cometidos por la esfera eclesiástica: "¿Acaso no interesa investigar todos los casos? Si fuese así, no parece que el interés que se persigue sea la protección de las víctimas…", rezaba el mensaje.
Denuncia de Podemos
La Fiscalía General del Estado ordenó este lunes 31 de enero a los 17 fiscales superiores de toda España que le remitan en un plazo máximo de diez días todos los procedimientos penales referidos a agresiones y abusos sexuales a menores de edad en el seno de congregaciones o cualquier otra institución religiosa. El objetivo de esta investigación, que presentará los resultados en plazo corto de tiempo, es analizar en profundidad el problema de la pederastia en el seno de la Iglesia.
Esta noticia llega poco después de que Unidas Podemos, ERC y EH Bildu registraran el miércoles 26 de enero una petición para que se abra una comisión de investigación sobre este hecho. Esta comisión necesitará dos grupos parlamentarios para ser propuesta y deberá ser aprobada por mayoría para salir adelante. Si finalmente esto ocurre y la Cámara da luz verde a la comisión, sería la primera vez que una institución nacional iniciase un proceso para aclarar el escándalo de los abusos en el seno de la Iglesia.
