En carreteras, cunetas. Desorientados en la calle, atrapados en contenedores de basura, o, con mucha suerte, a las puertas de un refugio o protectora. El pasado 2023, más de 286.000 perros y gatos fueron abandonados a su suerte en España. El abandono animal se ha convertido en un problema estructural que apenas muestra variaciones con el paso del tiempo, y tras el primer aniversario de la Ley de Bienestar Animal -que entraba en vigor el 29 de septiembre de 2023-, son muchos los profesionales que niegan haber notado una gran repercusión tras su entrada en vigor, y no solo eso, sino un repunte en los abandonos.
“Hemos notado que la ley ha generado mucho desconocimiento y duda, y esta se ha trasladado en materia de abandono”. Así lo explica Fernando Sánchez, presidente y fundador del refugio Salvando Peludos a la vez que puntualiza que es algo que suele pasar tras la publicación de una nueva norma. El profesional pone el foco en la importancia de la desinformación. En 2023, la entidad de rehabilitación y puesta en adopción rescataba a un total de 548 perros, 969 gatos y 97 animales exóticos, entre los que se encuentran animales como las cobayas.
“El día en que entró en vigor la nueva ley, recibimos en uno de nuestros centros una caja con siete cobayas”, denuncia el fundador. Esta contenía un mensaje: ‘Como ya no las puedo tener, os las dejo aquí’. Así, Sánchez llama a la calma e informa de que la lista de animales que ya no pueden ser tenidos como mascota ni siquiera está regulada. Asimismo, es importante recalcar que el abandono nunca es una solución.
Repunte de abandonos tras la entrada en vigor de la ley
Es posible que el desconocimiento sea uno de los pilares fundamentales y origen de la dramática situación que vive España. Tal y como afirma Fernando Sánchez, el abandono de perros se ha reducido ligeramente. En cambio, según informa el estudio de Film Affinity, el abandono de gatos ha aumentado. Las asociaciones encargadas de cuidar de estas colonias están desbordadas, y advierten que el concepto de liberar no es más que una palabra que enmascara la cruda realidad: el abandono de un animal de compañía, acostumbrado a recibir cuidados diarios y que, en muchos casos, apenas puede sobrevivir unas horas en la calle.
No saben o no quieren saber que esos gatos que abandonan acaban atropellados, muchos no aguantan ni 24 horasSara Manga, fundadora y presidenta de la Asociación Zarpas y Huellas
Sara Manga, fundadora y presidenta de la Asociación Zarpas y Huellas, habla con dureza de este tipo de situaciones. Encargados de la gestión de varias colonias felinas en Huelva, además del rescate y cuidado de gatos víctimas del abandono, Manga denuncia la falta de formación e información entre la ciudadanía. “Creen que las colonias son ‘refugios’ de animales donde pueden abandonar libremente a su antojo y donde ‘son cuidados’”. Mientras, la realidad es muy distinta: “No saben o no quieren saber que esos gatos que abandonan acaban atropellados, muchos no aguantan ni 24h. Tampoco saben que los gatos comunitarios que habitan en esa colonia no van a dejarles comer y los van a expulsar”, afirma de forma contundente.
Asimismo, los profesionales sí ponen en valor una de las medidas implementadas por la ley: el control de las colonias felinas. Hasta ahora, estos grupos no tenían ningún tipo de protección. Ahora, el método CER -que responde a ‘Captura, Esterilización y Retorno’-, gana visibilidad gracias a la Ley de Bienestar Animal. Además, en su artículo 42, establece que queda prohibido “el abandono de gatos en las colonias, sea cual sea su procedencia”, además de “la suelta de gatos en colonias distintas a la propia de origen”.
Los eternos olvidados
Luces y sombras protagonizan una situación que no parece mostrar indicios de cambio: los animales que más protección necesitan aún continúan fuera del amparo de la ley, algo que de momento no parece que vaya a cambiar. Se trata de los animales de utilidad, es decir, aquellos utilizados por el hombre para desarrollar una determinada actividad: animales de caza, perros guía, perros policía, de asistencia o de guarda y pastoreo, entre otros.
“Podría decirse que esta es la parte más incómoda e injusta de la ley”, afirma el presidente de Salvando Peludos. “No es la ley que creo que ninguna persona del sector de los animales hubiéramos querido, porque aspiramos a un nivel de consenso y protección mayores”, opina. A la vez que está demostrado que los canes y gatos de raza son los menos abandonados, diversos estudios afirman que los animales de utilidad destacan por todo lo contrario, ya que sus dueños se desentienden de ellos cuando dejan de ‘servirles’ para sus labores.
Además de suponer un grave problema y servir de indicador para comprobar cuál continúa siendo la mentalidad de miles de personas en España, el hecho de que el abandono de animales de utilidad como perros guarda o de caza también se ha convertido en todo un problema para refugios y protectoras. La inserción de estos animales -al igual que de los perros etiquetados como ‘Perros Potencialmente Peligrosos’, es más complicada que la de otros domésticos, sobre todo por el carácter de estos animales, que necesitan mayor paciencia y dedicación. “Estos perros son los que generan un embudo en nuestra protectora. Por ejemplo, los mastines cuesta que salgan: son más grandes y tienen un carácter distinto, requieren de mayor rehabilitación”, afirma el presidente de Salvando Peludos.
Una realidad incómoda y aumento del tráfico ilegal
Hablar de una sociedad poco concienciada con el abandono animal es una realidad incómoda. Ningún país quiere liderar la lista de los estados con mayor tasa en esta materia, pero lo cierto es que España se encuentra entre los primeros puestos en Europa. Finlandia, Suecia, Noruega, Irlanda y Dinamarca son los cinco países del continente con una menor tasa de abandono animal. En la otra cara de la moneda se encuentran España, Hungría, Portugal, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Turquía, que también presentan altas tasas de abandono.
Mientras que la información se convierte en el mayor arma para educar a la población y reducir las cifras, la falta de formación también llega a las autoridades. Sara Manga denuncia que “Hay policías que todavía no saben que abandonar en colonias felinas es un delito”. “Cuando vamos a poner la denuncia en comisaría, a veces lo ponen en duda o incluso nos dicen que con la nueva ley no podemos alimentarlos, cuando ahora más que nunca la ley nos ampara”, afirma. Para ella, esto no es más que otro síntoma que apunta en la misma dirección: se trata de una norma que aún no se toma lo suficientemente en serio.
Además del abandono animal, otra de las medidas tomada por la ley preocupa a asociaciones y profesionales: la prohibición de la venta de perros, gatos y hurones en las tiendas de animales. Aunque algunos como Fernando Sánchez afirman que es algo positivo, ya que evitará las compras impulsivas, otros hablan un aumento del tráfico ilegal. Con el paso de los meses, la venta de animales en aplicaciones como Milanuncios no ha hecho más que crecer. Vendedores sin ningún tipo de acreditación lanzan sus anuncios, en muchas ocasiones con identificaciones falsas. Esto, una vez más, se debe a una ambigüedad de la Ley de Bienestar Animal, que prohíbe la venta directa en Internet, pero no los anuncios para hacerlo.
Perros, gatos…y hurones
A pesar de los múltiples vacíos que presenta la Ley de Bienestar Animal -como la desprotección de los animales de utilidad, de los ‘perros potencialmente peligrosos’ y la desinformación que ha generado en la población- los profesionales también hablan de sus aciertos. La protección de las colonias felinas es una de ellas, además de la regulación de la eutanasia de los animales domésticos. Pero, ¿por qué la Ley de Bienestar Animal incluye a los hurones en este grupo y les brinda mayor protección? No es por su alta tasa de adopciones -aunque ya son el tercer animal más frecuente en las casas estadounidenses-, sino por motivos de salud pública.
La mención especial de este animal en la ley se debe a la adaptación de los reglamentos europeos. Ya en 2013 se tomaron medidas al crearse el pasaporte europeo para animales de compañía, que incluía a los hurones de forma explícita. Esto es así ya que pueden transmitir enfermedades como la rabia, y es necesario ponerles sus correspondientes vacunas y controles para evitar la propagación del virus. Mientras, la cifra de personas que optan por tener esta mascota en España no es nada desdeñable: actualmente hay 52.055 hurones censados, tal y como informa la Red Española de Identificación de Animales de Compañía.