La concienciación y difusión de información son dos herramientas fundamentales en las que los expertos ponen el foco para aumentar la educación sexual y evitar el aumento de casos de Infecciones de Transmisión Sexual -ITS-. Pero lo cierto es que parece que aún queda mucho camino por recorrer. Recientes datos del Instituto Carlos III arrojan luz sobre el asunto y afirman que solo entre 2021 y 2023 los casos de sífilis aumentaron un 24,1%, mientras que los de gonorrea crecieron casi el doble: un 42,6%.
Se trata de una infección de transmisión sexual causada por una serie de bacterias. Aunque en muchas ocasiones el paciente no tiene ningún síntoma, si los hay estos suelen aparecer en el aparato genial, aunque no exclusivamente. Así, los síntomas son distintos entre hombres y mujeres. En el caso de ellos, pueden aparecer micciones dolorosas, secreciones similares al pus y dolor testicular. Mientras, las mujeres pueden experimentar un aumento de flujo vaginal, dolor al orinar, sangrados inusuales y dolor pélvico.
Síntomas en otras zonas del cuerpo
La enfermedad no solo puede afectar a los genitales, sino que también pueden aparecer síntomas en otras partes del cuerpo:
- Recto. Ardor, manchas de sangre y secreciones inusuales.
- Ojos. Dolor ocular, sensibilidad a la luz y secreciones similares al pus.
- Garganta. Dolor e inflamación.
- Articulaciones. Pueden estar caliente, enrojecidas, doloridas o inflamadas.
Para evitar el contagio de esta enfermedad, es importante utilizar medidas de protección durante el acto sexual, como el uso del preservativo. Además de esto, hay otras precauciones que pueden marcan la diferencia. Los expertos aconsejan evitar tener un alto número de parejas sexuales, a la vez que realizar habituales chequeos médicos para confirmar que el paciente no tiene ninguna enfermedad de transmisión sexual. De igual forma, aunque se trate de una pareja estable, médicos y profesionales de la salud aconsejan hacerse un examen para confirmar que todo está bien.
Contagio sin contacto sexual
Aunque se trata de una patología considerada como 'infección de transmisión sexual', lo cierto es que el contagio también es posible de una forma distinta: una mujer embarazada puede pasar la infección al bebé en el momento de parto. Lo más frecuente en estos casos es que la ITS cause al pequeño infecciones en los ojos. También puede provocar neumonía, infecciones en las articulaciones y en la sangre. Así, tratar la enfermedad y seguir las recomendaciones médicas inmediatamente después de su detección disminuye el riesgo de transmisión de la enfermedad al bebé.