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Las 5 curiosidades del Domingo de Ramos

Desde la bendición de las palmas hasta las primeras procesiones, este día está lleno de simbolismo y tradición

  • Salida procesional de La Pollinica de Málaga -

El Domingo de Ramos marca el comienzo oficial de la Semana Santa, uno de los periodos más intensos y emocionantes del calendario litúrgico cristiano. En este día, se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, cuando fue recibido entre cánticos y palmas por una multitud que lo aclamaba como Mesías. Esa escena de júbilo y esperanza contrasta con lo que ocurrirá días después, y por eso este domingo representa también una transición: de la gloria a la cruz, del entusiasmo a la entrega.

En toda España, el Domingo de Ramos es una jornada muy especial, sobre todo para quienes viven la Semana Santa desde dentro, los cofrades. Es el primer paso de un camino largo, el momento en que todo comienza a cobrar sentido tras un año de preparativos, ensayos y emociones contenidas. Las calles se llenan de fe, de música y de color, pero también de un recogimiento que va creciendo a medida que se acerca el Viernes Santo.

Desde la bendición de palmas hasta las primeras procesiones, este día está cargado de simbolismo y tradición. Pero también esconde curiosidades y costumbres que varían de una ciudad a otra y que muchas veces pasan desapercibidas. 

1. Las palmas se bendicen ¡y protegen!  

Una de las imágenes más representativas del Domingo de Ramos es la de los fieles llevando palmas o ramas de olivo. Estas no son solo un símbolo decorativo: según la tradición popular, después de ser bendecidas en misa, las palmas tienen un poder protector. Muchas familias las colocan en balcones, ventanas o en el interior de sus casas, como una especie de “escudo espiritual”. En zonas del sur de España y en muchas áreas rurales, esta costumbre está tan arraigada que incluso se conserva la palma durante todo el año, y se quema el Miércoles de Ceniza siguiente como forma de cerrar un ciclo litúrgico y espiritual.

Además, en el Levante español es tradicional que las palmas se adornen con lazos, medallas o incluso caramelos para los más pequeños, convirtiéndolas también en un gesto familiar y de comunidad.

2. Las procesiones más tempranas del país

Aunque muchos asocian las grandes procesiones a los días centrales de la Semana Santa, especialmente al Jueves y Viernes Santo, este día ya es escenario de pasos imponentes y salidas muy esperadas. En algunas ciudades como Sevilla, Zamora, Elche o Murcia, la jornada empieza muy temprano. 

En Elche, por ejemplo, se celebra una de las procesiones más antiguas documentadas, con más de 600 años de historia, y en Sevilla la salida de la Hermandad de La Borriquita llena el centro histórico de familias, niños y palmas desde primera hora de la mañana. 

3. El color litúrgico cambia solo ese día

Durante toda la Cuaresma, el color que predomina en las celebraciones religiosas es el morado, que simboliza la penitencia, el ayuno y la preparación espiritual. Sin embargo, el Domingo de Ramos rompe con esta dinámica: ese día, los sacerdotes se visten de rojo, un color que tiene una doble carga simbólica. Por un lado, representa la realeza de Cristo en su entrada triunfal en Jerusalén, aclamado como “el Hijo de David”. Por otro, anticipa el martirio de la Pasión, ya que el rojo es también el color del sacrificio.

Este detalle puede pasar desapercibido para muchos fieles, pero marca un cambio clave en el tono litúrgico. Es el único día de la Semana Santa, junto con el Viernes Santo, en que el rojo aparece en la vestimenta clerical. 

4. La Borriquita, un paso con rostro infantil

Aunque en la lista original no estaba incluida bajo este nombre, muchas de las procesiones más queridas del Domingo de Ramos giran en torno a una imagen muy concreta: Jesús entrando en Jerusalén montado en un burro, conocido popularmente como La Borriquita. Este paso suele abrir la Semana Santa en muchas ciudades y está especialmente vinculado a la participación infantil. En ciudades como Sevilla, Jaén, Málaga o Cádiz, los niños se visten de nazarenos por primera vez acompañando a esta imagen, que representa la entrada de la esperanza y la alegría en la ciudad santa.

La Borriquita tiene un carácter luminoso, familiar, y suele ir acompañada de música festiva, palmas agitadas en el aire y calles llenas de vida. 

5. La moda también es protagonista

“Quien no estrena el Domingo de Ramos, no tiene manos”. Esta expresión popular sigue viva en muchas regiones de España, y refleja una tradición curiosa: estrenar ropa ese día como símbolo de renovación y alegría. Aunque hoy tiene un componente social o estético, el origen es espiritual. Estrenar ropa era una forma de honrar la entrada de Jesús en Jerusalén y recibir la Semana Santa con dignidad, como un momento importante en el año litúrgico.

 

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