El crecimiento del PIB andaluz de los últimos cinco años fue un 0,3 superior a la media alcanzada en el conjunto de España, según los últimos datos de la Junta de Andalucía. La Junta defiende la fortaleza de su economía que ha conseguido un crecimiento basado, sobre todo, en los servicios, el turismo y en el incremento de las exportaciones.
La portavoz andaluza y consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España ha destacado la relevancia de esta dinámica a pesar de que Andalucía está especialmente expuesta a la sequía que lastra a todo el sistema agroindustrial.
Los datos de la Contabilidad Regional publicados el pasado jueves por el IECA (Instituto de Estadística de Andalucía) detallan un crecimiento acumulado de la economía andaluza del 3,9 frente al 3,6 de la media española.
Carolina España destaca que el buen ritmo de la economía andaluza bebe del buen desarrollo de sectores estratégicos como son la agroalimentación, el turismo, los servicios y con el incremento de la actividad exportadora, que define como “sintomas de fortaleza”.
El PIB andaluz se ha beneficiado sin duda del gran dinamismo del turismo, que desde la pandemia cuenta sus temporadas por récords, a pesar de la reducción del turismo nacional este último verano. También el sector servicios es protagonista de esta evolución que ha permitido soslayar los efectos de la sequía.
La tendencia de equiparación y aumento de los crecimientos de la economía de Andalucía respecto al conjunto de España se hizo patente en los ejercicios 2019 cuando Andalucía creció un 0,1 por ciento más respecto a España, y en 2020 y 2021 con un crecimiento en cada año un 0,5 por ciento por encima de la media del conjunto del país.
Solo 2022 supuso un quiebre de esta tendencia. Ese año el PIB en Andalucía, que ya recuperó los niveles previos a la pandemia, creció un 5,4%, mientras que el aumento en el conjunto de España que fue del 6,2%.
Ya en el 2023 el PIB creció en Andalucía un 2, %, mientras que en el conjunto de España alcanzó el 2,7 %. La diferencia de sólo una décima a pesar de la sequía que sufrió la comunidad en ese periodo se debe, tal y como indica Carolina España, al gran dinamismo del turismo y los servicios, que permitió a Andalucía hacer frente a la caída de la agricultura, la industria y las exportaciones agroalimentarias
Así, en 2023 los mayores crecimientos de la economía andaluza se produjeron en los sectores de las actividades profesionales con un aumento interanual del 9,2 % seguido de la Información y comunicaciones que subieron un 5,4 % o el comercio al por mayor y al por menor que incrementó su actividad un 4,2 %. Los servicios crecieron un 3,9% y las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento un 3 %. Sectores clave, como la construcción, subieron un 2,4%, mientras que la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca creció sólo un punto porcentual.
El turismo como mascarón de proa
Sin duda, el turismo pasa por ser la mejor noticia de la economía andaluza. Estudios de la Junta han destacado tras el histórico verano de 2024 y en base a los datos del año pasado, el sector ejerce un efecto multiplicador de 1,51 por cada euro que consume el turismo, es decir: por cada euro que consume la industria del turismo en la comunidad, la economía andaluza produce por valor de un euro y 51 céntimos.
También el empleo es otro aspecto evidente. La Consejería de Turismo y Andalucía Exterior cifra en unos 416.900 ocupados en actividades turísticas en la región. De ellos, “tres de cada cuatro asalariados contaron con contrato indefinido" lo que ha permitido que se baje la tradicional tasa de temporalidad ligada al turismo hasta el 27%.
En total, la actividad turística ha supuesto 1.416 millones de euros del impacto total del sector primario, 3.045 millones en el secundario y 20.468 millones en el sector terciario.
La industria andaluza, el eslabón más débil
La cruz de estos datos se encuentra en la actividad industrial, que decreció un cerca de un 4% por ciento. La producción industrial andaluza este verano ofrecía datos negativos, decreciendo en el primer semestre, quedando muy alejado de la media estatal, separada en diez puntos porcentuales.
La producción de los bienes de consumo y la metalurgia es la rémora más importante en este apartado, siendo apenas contrarrestado por la buena marcha de la Industria Manufacturera.
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