Andalucía

Los empresarios andaluces se ofrecen al Gobierno para paliar la falta de infraestructuras

El sector pide aumentar la colaboración público privada para aliviar el desacoplamiento económico de Andalucía y Extremadura

  • Centro de Cesur

Empresarios, directivos y representantes andaluces tienen un dictamen claro sobre la productividad que requiere la comunidad autónoma: “hace falta más inversión” para las grandes infraestructuras que lastran a Andalucía. Básicamente, ese ha sido el rezo unánime que emana de un encuentro en la Asociación Círculo de Empresarios del Sur de España, CESUR, en Sevilla.

El sector privado aprovecha el encuentro y el debate del marco de financiación que hace remover posturas sobre el desarrollo regional en todo el país para tender la mano al gobierno. Hay que mejorar "el fomento y la ejecución de las infraestructuras. A todas luces, necesarias para ganar competitividad e impulsar nuestra economía”, valora Fernando Seco, vicepresidente de CESUR.

La falta de grandes infraestructuras es una música que se repite en Andalucía cuál canción del verano. Los mejores ejemplos son las líneas ferroviarias en Huelva o Granada, la autovía del Mediterráneo invisible de Granada-Almería, el metro de Sevilla, el estado de conservación de la A49, cualquier tipo de conexión con Jaén o el hundimiento industrial de la región oriental… la lista es infinita.

Pero un ejemplo verdaderamente estructural que denota que Andalucía es un gigante con pies de barro es su red eléctrica. La infraestructura eléctrica andaluza es endeble si se compara con la media española. Andalucía cuenta con la mitad de medios de electrificación en función a su población y extensión. Y eso que, en los últimos años, la comunidad es el dorado de las renovables.

Ricardo Astorga, presidente de la comisión de Cooperación privado-público de CESUR, lleva tiempo trabajando en la cohesión de actores empresariales para tratar de atraer la atención de los grandes fondos presupuestarios y tratar de aliviar "el gran retraso en infraestructuras que registran Andalucía y Extremadura".

"No se cuenta con los operadores privados todo lo que se debería contar”, lamenta. Reivindica el rol de los grandes actores privados que sí tienen “la experiencia y el expertise para poder desarrollar grandes proyectos”. De hecho, desde el sector están elaborando una hoja de ruta que harán llegar a Moncloa para definir inversiones prioritarias en infraestructuras. En ese proyecto, el sector privado espera tener más protagonismo, “hay muchas formas de colaboración, no todo puede acabar recayendo en una administración, eso dificulta que la infraestructura sea una realidad”, mencionando la posibilidad de fórmulas concesionales, explica a Vozpópuli.

Otros pesos pesados del sector privado andaluz apuntan en la misma dirección. Alfonso Budiño, de Cointer, en el foro empresarial “Colaboración privada-pública en la financiación de infraestructuras” ha definido la colaboración privada-pública como “una herramienta para acelerar las inversiones”. Juan Sucunza, de Grupo Eulen define esta inversión como una manera de “hacer crecer a las regiones”. Para Guillermo Marín, de CaixaBank, el aporte de la colaboración se traduce en "innovación y generación de empleo".

Falta de competitividad

La OCDE define la inversión en infraestructuras no como un fin, sino como un medio facilitador de desarrollo. El ente internacional calcula que las economías europeas, en el contexto actual de rivalidad con China, deben tener unos requerimientos anuales de inversión en infraestructura para electricidad, transporte vial y ferroviario, telecomunicaciones y agua de hasta el 3.5% del PIB.

En Andalucía, esa media debe paliar los atrasos endémicos que hacen que la comunidad sea un entorno menos competitivo respecto a otras comunidades y regiones europeas. Otro síntoma es el coste laboral del trabajo. El día que España confirma el récord de la media por trabajador/mes con más de 3.100 euros, sin embargo, en Andalucía la media es de 2.781 euros. Andalucía vuelve a ver incrementados sus salarios, pero la brecha con respecto a la media estatal aumenta.

Los andaluces siguen lastrados por un sistema económico menos productivo. Recientes estudios Encuesta Trimestral de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE) o del BBVA Researh confirman que Andalucía es una de las regiones en las que más y peor se trabaja en cuanto a horas de presencialidad y productividad. En ese sentido, las infraestructuras vuelven a emerger como carencia estructural en una región que compite con las alas cortadas.

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