El coronel de la Guardia Civil Francisco Javier Vázquez no despejó este lunes las incógnitas sobre los vínculos de Víctor Aldama y Koldo García con el Instituto Armado. Vázquez, que compareció durante más de una hora en calidad de testigo en la Audiencia Nacional, confirmó que ambos han sido colaboradores de la UCE-2, unidad especialidad en la lucha contra el terrorismo yihadista, pero no aportó ningún detalle más al respecto ni tampoco aclaró por qué blindaron a la red con teléfonos encriptados.
Su testifical y la de los otros siete agentes que declaran estos dos primeros días de la semana son especialmente importantes para esclarecer cual es el verdadero nexo de los cabecillas de la trama con la Guardia Civil. No obstante, el coronel esquivó la batería de preguntas formuladas por las acusaciones sobre este asunto y simplemente respondió que eran personas que pertenecían al círculo de relaciones de su unidad. Requerido para que detallara qué significaba eso, confirmó que eran colaboradores.
Ahora bien, al ser preguntado sobre qué tipo de labores pudieron llevar a cabo, Vázquez se amparó en la Ley 9/1968, de 5 de abril, sobre secretos oficiales y dijo que no tiene por qué saber los cometidos concretos que se les asignaron. Solo matizó que conocía a Koldo García desde el año 2009, dado que había sido colaborar de la lucha contra el terrorismo de ETA, y que éste introdujo a Aldama ya en el 2019.
Además, se desligó de cualquier actuación del comisionista de la red y puso en la picota al comandante Rubén Villalba quien, según la UCO, suministró teléfonos securizados a los imputados. El magistrado Ismael Moreno imputó a Villalba al constatar que percibió partidas mensuales de 2.000 euros por sus gestiones y que habría echado mano de agentes subordinados suyos en la Jefatura de Información, para recoger dinero en metálico de la red.
Silencio sobre los fondos reservados
Sobre todo esto Vázquez dijo que no supo de la existencia de estos presuntos pagos en metálico hasta que la UCO -que ha dirigido esta investigación penal- le notificó que iba tras la pista de Koldo García y el resto de imputados en la causa. En ese momento, siempre según su versión, tanto él como el resto de agentes subordinados de Villalba, decidieron fingir en las conversaciones para evidenciar la implicación de éste en la trama. Según las fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli, se procedió una "teatralización" para que Villalba verbalizara las presuntas actuaciones ilícitas que estaría llevando a cabo de manera subrepticia en el cuerpo militar.
Cabe recordar que estas conversaciones que han propiciado la citación de Vázquez y de otros siete agentes las grabó el propio Villalba cuando tuvo conocimiento que la UCO investigaba a Aldama y a Koldo García. "Ellos han pagado, durante todo este tiempo, tanto Koldo como Aldama, ellos han pagado por ejemplo cuando les proporcionábamos teléfonos en B", expuso en una de las conversaciones Villalba, a lo que el coronel Vázquez respondió pidiéndole que aclarara por qué había pagado. "Yo lo tengo claro que no me he metido un euro a mi bolsillo", matizó Vázquez.
Según este coronel, no solo sabía que Villalba le estaba grabando sino que él mismo habría procedido a guardarse estas conversaciones puesto que en el marco de las mismas habría intentado desenmascarar a Villalba. Pese a ello, no ha aclarado por qué su unidad suministró teléfonos de seguridad a los ahora investigados y tampoco cómo emplearon en este sentido los fondos reservados. Lo que sí ha aclarado es que todos estos audios telefónicos forman parte de un procedimiento interno de compliance del que ahora las acusaciones podrían pedir su incorporación en el sumario.
Señalan al comandante imputado
Sobre la designación a Villalba como como agregado del Ministerio del Interior a la Embajada de Venezuela, el coronel se limitó a decir que correspondió a motivos familiares y personales. Se trató de una designación un tanto peculiar puesto que del sumario se desprende que Koldo García sabía que le iban a designar con este cargo dentro del Instituto Armado antes de que se hiciera oficial. Además, consta también un viaje del comandante Villalba a Venezuela con un socio de Aldama imputado en la causa que no tendría relación con su nuevo cometido y sobre el que Vázquez se desentendió ante el juez.
Tampoco convencieron a las acusaciones sus explicaciones sobre la Medalla a la Orden del Mérito de la Guardia Civil con la que se condecoró a Víctor de Aldama en 2022. Pese a ser el el jefe de la UCE-2 de la Guardia Civil, dijo que la condecoración no partió de él, sino que fue a propuesta de Villalba y que él la validó, como también hicieron otros mandos de la Benemérita.
Los otros tres agentes que declararon como testigos tampoco arrojaron luz sobre esta parte de la investigación. La formación Iustitia Europa -que litiga como acusación popular- solicitó que comparecieran para aclarar por qué la Guardia Civil colaboró con estos dos cabecillas de la trama. Estos agentes aparecen identificados por la UCO como los subordinados de Villalba que fueron a recoger las partidas en metálico que Aldama le daba al comandante. Según consta en el sumario, su labor consistía en recoger el dinero e ingresarlo en las cuentas de Villalba, en ocasiones con conceptos ficticios.
Estos agentes confirmaron que, efectivamente, fueron a recoger partidas, aunque dijeron que desconocían a qué respondía. Los testigos se desligaron de Villalba al asegurar que se trata de prácticas para nada habituales en la unidad, y que actuaron de esta manera porque cumplieron órdenes de su superior. Este lunes declararon un total de tres agentes, mientras que para el martes están llamados, también como testigos, otros cuatro más. El magistrado Moreno acordó proteger sus identidades al tratarse de agentes que desempeñan sus labores en el Servicio de Información de la Guardia Civil. De hecho, se ha dado orden de que solo se grabe el audio de estas comparecencias, cuando lo habitual es que las mismas consten con audio y con vídeo.