Guardia de Mañana, Dos Cuartillos, Superprima, Prima, Media y Alba. Si la princesa Leonor aún no conoce estos términos, a buen seguro que lo hará durante los próximos meses, embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano de la Armada española, en el marco de su intenso programa de formación militar, que ya le ha llevado a conocer las entrañas del Ejército de Tierra y también lo hará con el del Aire y del Espacio. Durante el tiempo que permanezca embarcada cumplirá con un estricto plan de instrucción, con clases lectivas, guardias [las palabras que abren este artículo corresponden al reparto diario] y una agenda como embajadora en los puertos de medio mundo en los que atracará.
El comienzo de la formación militar está fijado para el próximo miércoles, 8 de enero. Ese día se embarcarán en el Juan Sebastián Elcano los alumnos de tercer curso de la Escuela Naval Militar, caballeros y damas guardiamarinas que protagonizarán el el XCVII Crucero de Instrucción para continuar con su formación naval. Tras las pertinentes y habituales actividades previas, finalmente partirán de Cádiz el día 11. Entre ellos estará la princesa Leonor. ¿A qué experiencias y desafíos se enfrentará la primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia?
“Esta experiencia, única e insustituible, les permite compartir un contacto permanente e íntimo con la mar, entorno a fin de cuentas en el que todos están llamados a desarrollar sus principales cometidos profesionales”, apuntan fuentes oficiales del Ministerio de Defensa.
Y añaden: “A ello se une una enseñanza a bordo eminentemente práctica que contribuye a la consolidación y ampliación de los conocimientos técnicos y marineros, a la adquisición de un mayor grado de cultura general y a la asimilación de los principios, hábitos y virtudes que constituyen el alma de esta profesión vinculada a la mar”.
Las clases lectivas
Una experiencia “única e insustituible” que Felipe VI vivió en 1987, a la edad de 18 años. Casi cuatro décadas después lo hace Leonor, ya con 19. El Jefe del Estado evoca habitualmente entre sus compañeros de promoción y camaradas militares los valores adquiridos durante su crucero de instrucción, según apuntan fuentes castrenses a Vozpópuli. Unos principios adquiridos a base de sacrificio y una agenda cargada de actividades.
Las guardias a bordo del Juan Sebastián Elcano son ineludibles. Porque además de las habituales comprobaciones que requiere cualquier navegación, no hay que olvidar que el buque escuela constituye también un arma militar: pronto cumplirá un siglo de existencia y, aunque su objetivo es la formación de los guardamarinas, no deja de ser un recurso más de la Armada. Y, como tal, cuenta con su armamento a bordo y sensores.
Durante 140 días, en los que está previsto que el Juan Sebastián Elcano con Leonor a bordo recorra 17.000 millas náuticas, los alumnos se instruirán en materias teóricas y prácticas, que van desde aspectos marineros, técnicos y militares, hasta socioculturales, ético-humana y física. Así, entre las asignaturas que se impartirán destacan la maniobra y navegación, el liderazgo, la logística operativa, la formación militar -en diversos grados-, Derecho marítimo, Historia naval, operaciones anfibias o seguridad y protección, entre otros.
La rutina diaria
Conocidos algunos de los aspectos específicos, adentrémonos en la rutina que marcará la vida diaria de Leonor durante los próximos meses. A las 6.45 de la mañana, toque de diana, con unos tres cuartos de hora para asearse y desayunar. Después, estudio, seguido de formación para pasar revista. A continuación, clases y meridiana, término con el que se conoce la tradición de verificar la posición justo cuando el sol pasa por el meridiano.
A las 13.00 llega la hora de comer, con un breve descanso. A las 15.00 arrancan más de tres horas de estudio. Quien quiera, inmediatamente después, puede asistir a Misa. A las 19.00 horas se lee la orden y arranca la cena. A las 20.30 tienen dos horas para estudio voluntario. A las 22.30, silencio. Y así, día tras día, con leves flexibilidades en jornadas festivas.
No olvidemos que el Juan Sebastián Elcano, además de un buque militar de formación, también es una embajada naval: allá donde vaya cumple con encuentros protocolarios con autoridades españolas y locales. La princesa Leonor será una guardiamarina más, pero su presencia revestirá cada uno de estos encuentros de un simbolismo especial.
En este caso, el buque de la Armada partirá desde Cádiz rumbo a Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos).
