Moreno Bonilla estará el viernes a las 16 horas en Moncloa para reunirse con Pedro Sánchez. La Junta de Andalucía acepta el juego de sillas que propone el Gobierno, pero advierte: "no negociaré bilateralmente sobre financiación", decía el presidente. La apertura de mano y el nuevo reparto de cartas que propone Sánchez le obliga a afrontar la infrafinanciación que comunidades como Andalucía padecen desde hace años.
La Junta reclamará todas las deudas pendientes al Ejecutivo, destaca su portavoz, Carolina España, tras el Consejo de Gobierno en Sevilla “esperamos que nos escuchen, pero vamos con pocas expectativas”.
“Nuestro único condicionante de partida es que nos oponemos a cualquier tipo de privilegios, es urgente la reforma del sistema de financiación, pero necesitamos una reforma multilateral, hecha con transparencia, luces y taquígrafos”, dice España, que no ha escatimado en atacar los privilegios a Cataluña que, siempre según la portavoz, suponen un claro agravio para Andalucía.
Desde la Junta llevan semanas reclamando como un mantra que la infrafinanciación de la comunidad más poblada de España sea subsanada. Infrafinanciación que oficialmente se cifra en una pérdida de más de 1.500 millones de euros anuales, “algo que pasa desde hace muchos años”, recalca España.
Además, la portavoz carga las tintas de cara a la reunión con Sánchez señalando no sólo el cuánto, sino el cómo: la Junta explica que la ejecución de las cantidades asignadas a la Junta son también sonrojantes. “No se presupuesta inversiones acordes al peso poblacional de Andalucía, pero tampoco se ejecutan las que ya están previstas”.
Siempre según datos facilitados por la Junta, en 2021 solo se ejecutaron el 42% de las partidas presupuestarias en Andalucía. En el primer semestre de 2022 solo se alcanzó una ejecución del 15%, que languidecen ante el 64% de ejecución presupuestaria en Cataluña.
Más ejemplos y agravios con respecto a la comunidad que ahora preside Salvador Illa: destaca el menoscabo en políticas de empleo, “580 euros menos de inversión por ciudadano en políticas de empleo”, recibiría un andaluz en comparación con un ciudadano catalán.
El reparto de Fondos Covid es otro de los ejemplos que componen el agravio andaluz con Cataluña, “con un 18% de la población nacional, sólo tuvimos un 10% en la asignación de recursos mientras que Cataluña, con menos población, copó un15% de esa financiación”, recalca la Portavoz.
Con estos ingredientes, todo parece indicar que las posibilidades de acuerdo para el Ejecutivo son imposibles. El punto de partida para la Junta de Andalucía no es solo de “ruptura de la igualdad y la solidaridad”, es que precisan que antes se haga justicia para que “al menos lleguemos al punto medio de financiación”.
El PSOE espera con optimismo que el círculo cuadre
Por su parte, desde el PSOE andaluz hay optimismo ante la nueva ronda de negociación que ha provocado el pacto en Cataluña para investir a Salvador Illa como president. "Espero que los presidentes autonómicos, desde luego el de Andalucía, tenga las prioridades claras y se comprometa a que lo que reclama para mejorar la financiación, luego no lo va a detraer haciendo rebajas fiscales a los más ricos", ha dicho el secretario general de los andaluces, Juan Espadas.
Por un lado, el PSOE lleva semanas afeando a los entes autonómicos del PP que su gestión económica se apoye en rebajas fiscales simultáneas a las exigencias de una mayor financiación al Estado. Por otro lado, trata de naturalizar las negociaciones bis a bis, "lo que hay que combinar aquí es la bilateralidad con la multilateralidad, esta es la cuestión".
Espadas recalca que los Estatutos de Autonomía abren la posibilidad a desarrollar negociaciones bilaterales con el Gobierno central. Eso sí, asume que estos asuntos deberían tratarse en foros multilaterales como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, sin mención por su parte a otro órgano de negociación: la Conferencia de Presidentes donde el PP tendría mayoría y capacidad de veto, merced a su hegemonía autonómica.
