Una narcolancha avanza a todo motor río arriba mientras es acosada por la Guardia Civil. Es ya una escena habitual en la desembocadura del Guadalquivir. Los uniformados han conseguido apresar a la embarcación en esta ocasión. Los cacos llevaban 138 fardos de hachís que se traducen en unos 5.400 kilos de droga. 

El dispositivo por tierra y mar apresó a la embarcación cerca de Sanlúcar de Barrameda. La narcolancha tiene 12 metros de eslora e iba dotada con motores que le brindaban una potencia de más de 800 cv. Los cuatro narcos fueron apresados, dos de ellos intentaron huir a nado saltando al agua. Incluso, uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital con síntomas de hipotermia. 

La desembocadura del río es ya una autopista para el narcotráfico. Los narcos cuentan con numerosos escondites río adentro. Los uniformados han llegado a detectar puntos de suministro de gasolina río adentro, incluso más allá de Sevilla, a la altura de la localidad de Santiponce, lo que da una idea de la extensión de su red. 

Las fuerzas del orden dan muestra de no dar abasto ante la expansión del narco que, oficialmente, ha extendido su actividad del Campo de Gibraltar a Huelva, Málaga o Sevilla, a través del Guadalquivir. La Asociación Unificada Guardia Civil lleva tiempo pidiendo medios para retar a la “gigantesca macroestructura organizada del crimen” y piden al Ministerio que dirige Marlaska la declaración de la provincia de zona de especial singularidad.  

Justicia al borde del colapso 

El tráfico de drogas es, de hecho, un capítulo de especial preocupación para las autoridades judiciales de Andalucía. Así lo evidencian los datos, y también el mensaje que los togados lanzaban en la inauguración institucional del año judicial. 

La fiscalía de Andalucía ha señalado en su informe el crecimiento de la criminalidad en ámbitos que abarcan desde la corrupción política y económica a los ciberdelitos que afectan a menores. Pero, en un capítulo aparte, la Fiscalía alude a las bandas organizadas del narcotráfico. 

El narco que se expande en Andalucía occidental plantea para los togados procedimientos más complejos que preocupan al ministerio público. La Fiscalía propone modificar el código Penal para que se desarrollen penas más elevadas. Una iniciativa que comparten también con las fuerzas del orden.  

La idea es que incrementen las penas que se vinculan a los delitos logísticos que no han parado de crecer, eso implica poner cerco a la gran estructura paralela que genera un círculo de seguridad para el hecho delictivo de transportar y vender droga. Se trata de todos los colaboradores necesarios que permiten la logística de las narcolanchas y sus guarderías de droga. 

La alargada sombra de Barbate 

La memoria de la Fiscalía también destaca el hecho de que la violencia se dirige específicamente contra las fuerzas del orden, que cada vez con más asiduidad, se ven directamente atacadas. Hace años, las escaramuzas se saldaban con la huida de los narcos. Hoy, la Guardia Civil vive bajo el riesgo de verse respondida por fuego cruzado o, incluso, verse atropellada por una embarcación asesina, como sucedió en el puerto de Barbate. 

La lucha es enconada. Hace dos semanas, en otra persecución entre narcolancha, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, tras un choque de la semirrígida que huía contra la costa, hubo otra víctima mortal. En esta ocasión se trató de uno de los narcotraficantes. Los sistemas de detección habían registrado la entrada simultánea de ocho embarcaciones. Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil piden más medios, confiesan sentir que ”van a la guerra con una mano delante y otra detrás”. 

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