Una alimentación saludable no solo es necesaria para una vida sana, también es uno de los propósitos de año nuevo que cada mes de enero encabeza nuestra lista de buenos deseos. Un momento en el que todos nos prometemos seguir una dieta variada y equilibrada que incluya todos aquellos alimentos que cuidan de nuestra salud.
Verduras como el brócoli y las espinacas, que nos ayudan a combatir conocidas enfermedades; o frutas como las mandarinas y las granadas, que no pueden faltar en nuestra mesa durante los meses de invierno. Como tampoco puede faltar el membrillo, un alimento que, aunque menos popular que los anteriores, cuenta con unas excelentes propiedades nutricionales.
Desde finales de septiembre, el membrillo se convierte en una poderosa fruta de temporada con importantes beneficios para la salud. Un alimento poco consumido y de lo más versátil, repleto de nutrientes con poderes antioxidantes, antiinflamatorios, antihipertensivos y anticancerígenos.
Las enfermedades que el membrillo ayuda a combatir
El membrillo es el fruto del membrillo o membrillero, un árbol frutal de tamaño pequeño o mediano originario de la región del Cáucaso, en el sudoeste cálido de Asia. Tal y como apuntan desde la Fundación Española de la Nutrición, en la antigua Grecia, los membrilleros estaban consagrados a Afrodita, la diosa del árbol, y su fruto era símbolo del amor y la fecundidad.
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Rico en vitamina C y en minerales como el potasio y con un alto contenido en agua (el 86,4% de su composición), entre los nutrientes del membrillo, la FEN destaca su aporte de fibra y de ácido málico.
En contra de lo que muchos creen, el membrillo cuenta con un bajo aporte calórico, apenas 42 calorías por cada 100 gramos, sin embargo, “el inconveniente que presenta es que en la mayoría de las ocasiones se consume en forma de membrillo, que lleva un adicionado azúcar, por lo que el valor calórico de este producto se dispara”.
Eso sí, aunque las ‘carne de membrillo’, compotas y mermeladas con altos niveles de azúcar se han convertido en la manera más habitual de consumir el membrillo, existen otras formas más saludables y ligeras de hacerlo, evitando o sustituyendo el azúcar. Algo que merece la pena probar, para beneficiarse de todas las propiedades de esta fruta, que ayuda a combatir diferentes problemas de salud como estos:
-Enfermedades digestivas: según la FEN, es destacable “su abundancia en fibra (pectina y mucílagos) y taninos, sustancias que le confieren la propiedad astringente, que suaviza la digestión y previene los trastornos gastrointestinales. Por lo tanto, su consumo ayuda a combatir la diarrea, a evitar la deshidratación provocada por vómitos (ya que los mucílagos retienen agua), y a fortalecer los estómagos delicados”.
-Regula los niveles altos de tensión arterial: entre los minerales presentes en esta fruta, destaca el potasio, el cual ayuda a regular la presión arterial y a mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo, lo que redice los accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas.
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-Reduce el colesterol alto: el membrillo también es un aliado para combatir contra la hipercolesterolemia, ya que, según la FEN, “las pectinas y mucílagos presentes reducen la absorción intestinal del colesterol y potencian la acción depurativa del hígado”.
-Controla los niveles de glucosa en sangre: gracias a la pectina presente, esta fruta favorece la salud cardiovascular y ayuda a regular la absorción de la glucosa y de los lípidos del tracto intestinal, por lo que es una fruta recomendada para las personas con diabetes.
-Protege la piel: gracias a sus antioxidantes, el membrillo ayuda a cuidar de la piel eliminando el daño que los radicales libres causan a las células de la piel y favoreciendo la formación de colágeno. Así, reduce la aparición de arrugas y ayudando a cicatrizar heridas.
-Cuida de las encías: el membrillo es conocido por su capacidad para combatir las bacterias de la boca, por lo que su consumo ayuda a prevenir algunos problemas bucales como la gingivitis o las caries dentales.
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