La división en el seno de Podemos es total a sólo once días de que arranque la votación de bases sobre Vistalegre II (10-12 de febrero), la Asamblea que decidirá el nuevo rumbo de la formación morada. La reunión convocada este miércoles por el secretario general, Pablo Iglesias, para buscar acuerdos sobre los documentos presentados por las distintas corrientes (oficialistas, errejonistas y anticapitalistas) ha certificado lo enconadas que se encuentran las posiciones. Tanto que, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes presentes en dicho encuentros, Iglesias y Errejón ya no volverán a reunirse nunca más antes del cónclave para evitar el duelo directo en el mismo. El plazo expira el próximo 1 de febrero (el día 2 se anunciarán las candidaturas), pero tal y como avanzó este martes Vozpópuli, las tres corrientes irán enfrentadas al Congreso y sólo cerrarán, en el mejor de los casos, un "acuerdo de mínimos".
La escena de Iglesias encerrado en su despacho con Errejón para pactar un "acuerdo de mínimo" sobre las reglas de juego de Vistalegre II, justo antes de la consulta a las bases del pasado diciembre, no volverá a repertirse. Desde el equipo de Iglesias esgrimen que "no habrá más reuniones de jefes de familias" porque "hay que descentralizar este debate y dar voz a otras propuestas de los inscritos".
No obstante, el cabreo entre los 'pablistas' es mayúsculo con la actitud mostrada este miércoles por Errejón. Así, cuestionan que el número dos del partido llegara la cita, impulsada por Iglesias con el propósito de aunar posturas, con un tono desafiante: "Ha dicho dentro que no venía a negociar los documentos sino a exponer ideas", afirman fuentes del sector oficialistas asistentes al encuentro.
El propio Errejón declaró después a la prensa que la cita había sido "una ronda de expresión" y afirmó que "una fuerza política grande no construye la unidad a golpe de corneta", todo un mensaje a la iniciativa de Iglesias. Ya en la víspera, fuentes del entorno del portavoz parlamentaria expresaban sus dudas sobre las verdades intenciones de este encuentro y temían que fuera más bien un "gesto de cosmética y de campaña", como así ha sido a tenor de lo ocurrido.
No hubo imagen conjunta de Iglesias, Errejón, Carolina Bescansa (Pensando Vistalegre) y el anticapitalista Migue Urbán (Podemos en Movimiento), principales protagonistas de la convocatoria, sino que cada uno de ellos fue desfilando ante la prensa no en la sede del partido, sino en plena calle, en plena Plaza de España. Una imagen que recordó al vodevil de la calle Ferraz el pasado octubre con Pedro Sánchez sentenciado y el PSOE exhibiendo una profunda fractura. "No necesitamos un Podemos que se parezca al PSOE", ha subrayado Iglesias delante de las cámaras de televisión, obsesionado con que su partido no se precipite por el mismo desfiladero que el de los socialistas.
La relación de Iglesias y Errejón, que no se volverán a sentar para tratar de ir de la mano a Vistalegre II, se limitará a conversaciones telefónicas e intercambio de wasap, como están haciendo estos días, apuntó el secretario Político. Será sus equipos los que lleven el peso de las conversaciones, aunque los encuentros presenciales entre ellos también serán escasos, "por problemas de movilidad, al no estar todos en Madrid", esgrimen. En este clima de comunicación poco fluida, el grupo de Iglesias se ha fijado como objetivo seguir hablando con las demás propuestas para que sólo haya un documento de estrategia política en Vistalegre II. Sin embargo, la distancia aquí entre pablistas y errejonistas es inmensa, con los primeros apostando por una mayor movilización y por estrechar lazos con IU y los segundos, teniendo la mano al PSOE y buscando la construcción de una mayoría popular".
Esta misión es la que ocupa ahora mismo a los pablistas, que, según su versión, sólo acudirán al acto del sábado convocado por Bescansa y su espacio de consenso Colectivo Mayo-2011 si el cometido antes del dicho, al que dan prioridad por encima de todo, les permite asistir. No obstante, los oficialistas dan por hecho que Errejón presentará una candidatura alternativa al Consejo General del Podemos. "Si ha montado una corriente, es porque quiere reforzarla en un Congreso como la Asamblea estatal", afirman fuentes del círculo más próximo a Iglesias.
Por su parte, Errejón mantiene que, de no ir juntos, los suyos sólo presentarán candidatura al Consejo General. Asegura que él no competirá con Iglesias por la secretaría general de Podemos, cargo que se vota por separado. Sin embargo, los pablistas insisten en que los proyecto van ligados a las personas, por lo que, si vence el sector moderado en la votación del documento político en Vistalegre (la consulta será del 4 al 11 de febrero), Errejón se verá obligado a tomar las riendas de la formación morada. El propio Iglesias le advirtió de ellos este miércoles ante los medios: "Si vamos por separado y ganan las ideas de Errejón, el líder de Podemos debe ser él", sentenció.
Al encuentro de esta mañana en la sede de la calle Princesa han asistido representantes de, al menos, 10 de las 18 propuestas (en los distintos documentos político, organizativo y ético) que se han registrado. Cada uno ha expuesto sus planteamientos. En su caso, los anticapitalistas, según explicó Urbán, plantearon un "decálogo de propuestas para intentar "dejar de hablar de lo interno" y consensuar unas "normas comunes" que luego respete todo el mundo sea cual sea el resultado del cónclave.