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La lengua judeoespañola tendrá su propia Academia y podrá ingresar en la RAE

Una veintena de investigadores y estudiosos expertos en lengua sefardí han firmado hoy su compromiso de lograr que el gobierno de Israel reconozca a la Academia Judeoespañola, el primer paso

  • El académico de la RAE y miembro de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura, Sahmuel Refael Vivanti.

Una veintena de investigadores y estudiosos expertos en lengua sefardí han firmado hoy su compromiso de lograr que el gobierno de Israel reconozca a la Academia Judeoespañola, el primer paso en firme para constituirse en el miembro número 24 de la Real Academia Española (RAE).

Después de dos jornadas ininterrumpidas de trabajo en Madrid, varias decenas de especialistas en ladino acordaron que la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura de Israel, protectora de la lengua en el país hebreo, comience las gestiones para la creación de esta academia, largamente deseada por la comunidad judeoespañola de Israel.

Con esta incorporación, ha dicho Darío Villanueva, director de la Real Academia Española (RAE), "la Academia de la lengua será perfecta y completa".

"Aquí hay un sitio que está esperando al judeoespañol, y espero que pronto sea ocupado, para beneficio y alegría de toda la comunidad", ha dicho Villanueva, quien expresó su confianza de que así sea en otoño de 2019, cuando se celebre la próxima reunión de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española).

De ser aprobada, como esperan, se convertiría en el miembro número 24 junto a las existentes en España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial, la última incorporada en 2016, ha recordado Villanueva.

El director de la RAE compareció hoy en una rueda de prensa para explicar los extremos del acuerdo junto a los responsables de la convención, el académico extranjero de la RAE en Israel, escritor y dramaturgo sefardí Shmuel Refael Vivante; la presidenta de la Autoridad Nasionala, Tamar Alexander-Frizer, y el presidente de la Fundación Hispanojudía, David Hatchewll.

Todos ellos coincidieron en calificar de "histórico" el día de hoy, por cuanto significa en la protección de una lengua que, para todos, es más que una forma de hablar, ya que alcanza a un modo de vida, un legado, ha defendido Alexander-Frizer, que identifica a una comunidad y le une a su pasado.

"Mi abuela lo llamaba 'españolito'", ha comentado la experta, encargada en Israel de promover todo tipo de actividades culturales, sobre todo, ha explicado, las tendentes a animar a niños y jóvenes en el manejo de la lengua.

"En Israel hay no menos de 200.000 hablantes del ladino, pero hay muchos más 'oyentes'", ha explicado Alensander-Frizer quien defendió su optimismo en el futuro del sefardí.

"Somos realistas, sabemos del peligro que corre la lengua y que en unos años no se usará más el español entre los judíos israelíes, que no será otra vez lengua oficial pero sí habrá comunidades de ladinohablantes que la usen como método de identificación", ha dicho Vivante.

"La identidad de ser sefardí", ha precisado Vivante, que es decir "hablo y entiendo la lengua que usaron mis padres desde que fueron expulsados de España. Y sin olvidar que el hebreo es nuestra lengua nacional, queremos también mantener nuestra cultura viva y dar a los niños la oportunidad de mantener el legado cultural de sus padres", ha resumido.

Para Hatchwell, más de cinco siglos después de aquel éxodo, "el reino de España se reconcilia con su pasado".

"Los idiomas reflejan la cultura de un pueblo y para nosotros, este es un vínculo con la hispanidad, es parte de nuestro proyecto. El ladino -ha agregado Hatchwell- es una fotografía de un momento de la historia pero no tenemos que quedarnos ahí".

La Academia "dignificará" el ladino, pero también servirá para incrementar su estudio a través de sus tradiciones y de la herencia que ha quedado después de estos cinco siglos, ha añadido Villanueva.

En el mundo, hay poco más de medio millón de judeohablantes, de los que el mayor número reside en la capital de Israel.

Así, la academia estaría formada por ciudadanos de ese país, aunque pueda contar con expertos como asesores o académicos extranjeros, como el propio Vivante, ha indicado Villanueva.

El director de la RAE también ha detallado que, una vez se incorporen a la ASALE, participarían "como el resto" en la vigilancia de la lengua y se les consultaría "todo lo que se haga en su beneficio", como es el caso del Diccionario Panhispánico. 

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