En los últimos tiempos, bien es sabido que el panorama de las relaciones sociales, laborales y del ámbito de ocio han dado un notable vuelco. La aparición de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial -IA-, el internet de las cosas o el simple avance de los ‘smartphones’ y teléfonos inteligentes hace que las posibilidades sean mucho mayores, pero también los riesgos que estos entrañan para la salud. La ludopatía o la adicción a los juegos de azar es una de las adicciones que más se han visto incrementadas en los últimos tiempos, al igual que la dependencia a las redes sociales.
Los teléfonos móviles y el fácil acceso a Internet hacen mucho más fácil poder acceder a páginas web y plataformas de este tipo. Ahora, un estudio realizado por la Universidad Internacional de la Rioja habla de estas dos adicciones, así como de las compras compulsivas. Aunque son problemas de lo más dispares, todas ellas tienen claves y puntos en común, y suelen coexistir con otros problemas psiquiátricos y de salud mental. Así, la tecnología difumina los límites y la gravedad del asunto.
Detrás de las adicciones
Algunos de los mecanismos subyacentes comunes entre estas adicciones son, según los profesionales, el refuerzo positivo y negativo de los comportamientos. La inmediatez reduce la paciencia y aumenta la necesidad de recibir estímulos de manera más rápida, algo que también ocurre con las redes sociales. Numerosos expertos ya han advertido de los riesgos de utilizar plataformas como TikTok a menudo, algo que incide en la capacidad de atención de los más jóvenes de manera negativa, hasta el punto de tener problemas para ser capaces de ver una película sin consultar el teléfono móvil o realizar diversas tareas a la vez.
Asimismo, las motivaciones compulsivas, los hábitos arraigados y la falta de autocontrol también están detrás de estos problemas de salud. Y al hablar de salud mental, es frecuente encontrar problemas psiquiátricos, como la ansiedad y la depresión. Por ello, la detección temprana y el acceso a tratamientos eficaces, como la terapia cognitivo-conductual y la neuromodulación, son "esenciales" para mejorar los resultados en las personas afectadas.
"La era digital ha creado nuevas vías para el desarrollo de adicciones conductuales", ha explicado Gemma Mestre-Bach, investigadora principal del estudio. Además, a esto ha añadido "la facilidad de acceso a estímulos gratificantes en línea, combinada con la naturaleza adictiva de algunas plataformas y juegos, puede conducir a comportamientos compulsivos y a la pérdida de control". De esta manera, conseguir un diagnóstico preciso y temprano es una de las claves para tratar de forma efectiva a los pacientes y personas que sufren estos problemas.