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La mayor experta en matrimonios forzados pide un teléfono en España para abordar el problema

La activista paquistaní Shirin Musa advierte que en España también existen matrimonios forzados y cautiverios maritales

  • La activista mundial contra el cautiverio matrimonial Shirin Musa

La historia de Shirin Musa está marcada por la lucha. Luchó por sus derechos y ahora busca defender los de las mujeres que no tienen voz. Es la activista mundial más conocida contra contra el cautiverio marital y se encuentra de viaje en España. En una entrevista a Vozpópuli pide que no se deje de lado este problema y propone que se establezca un número telefónico, similar al 016, para que las mujeres puedan denunciar su situación.

Shirin Musa nació en Pakistán y sus padres son afganos pero con nacionalidad holandesa. Empezó a estudiar derecho pero lo abandonó en 2009 para casarse. La historia de esta mujer es conocida porque quiso divorciarse de su esposo, el cual no lo aceptó y encontró todo tipo de trabas con las autoridades religiosas musulmanas. En ese momento decidió retomar sus estudios de derecho y llevar su caso ante la justicia holandesa. Le dieron la razón. La sentencia introdujo por primera vez el cautiverio marital como acto ilícito. Desde ese momento su lucha mundial se centra en los matrimonios forzosos.

Muy grave el caso de las hermanas de Terrassa

Decidió fundar la asociación de 'Femmes for Freedom' en favor de los derechos de las mujeres, la lucha contra el matrimonio forzado, el cautiverio marital, la poligamia y el asesinato por honor. Un tema sobre el que se ha puesto el foco en las últimas semanas por el asesinato de las hermanas de Terrassa Arooj y Anisa Abbas, de 21 y 24 años. Las dos jóvenes viajaron a Pakistán para solicitar el divorcio ya que estaban casadas con sus primos. Allí fueron cruelmente asesinadas por sus hermanos y tíos.

Shirin se enteró de la noticia por una llamada de su madre que le relató toda esta historia y después leyó muchos artículos que salieron publicados en la prensa internacional. "Conozco muchos casos parecidos. En Holanda a una chica sus familiares la tiraron por la ventana y la mataron. También sé de un caso en Paquistán en el que asesinaron a una nuera. Pero el caso de las hermanas de Terrassa es muy grave porque son dos mujeres casadas contra su voluntad", valora a Vozpópuli.

No es problema de la cultura musulmana

Para la activista, este caso demuestra "claramente" que este tipo de situaciones ocurren en España y en el resto de países de la Unión Europea. Al acabar muchas de sus conferencias se le acercan mujeres que le preguntan cuestiones relativas a su vida con preocupación.

"La cruda realidad es que esto no parece tener fin. Se necesita una política integral con varias líneas de acción. Un teléfono de emergencias para casos específicos de matrimonios forzados como es el número 016 en España. Para que tengan información práctica las víctimas", detalla.

Otra de sus propuestas es que los profesionales, jueces, policías trabajadores sociales... tengan un entrenamiento práctico con la información adecuada para que puedan detectar qué está pasando en los matrimonios. "También invertir en un cambio de mentalidad dentro de las propias comunidades de inmigrantes y una política de mano dura. No se puede decir que son cosas de sus culturas y dejarlo pasar. Es muy grave y hay que luchar contra ello", lamenta.

Además, esta paquistaní también aboga porque se amplíe la figura del matrimonio forzoso y se incluya también el cautiverio marital. Esta tipología a día de hoy solo está contemplada en Holanda. Su organización es pequeña y desde su posición busca convencer a los políticos para que tomen cartas en el asunto de los matrimonios.

Las adulteras acaban en la cárcel

Shirin atiende a Vozpópuli tras acabar una charla en Fuenlabrada. Cuenta que después de una conferencia en Oviedo se acercó emocionada una chica muy joven. "Acabas de contar la historia del matrimonio de mi madre", le confesó entre lágrimas. "Está pasando y no lo vemos", analiza.

Una mujer musulmana tiene que casarse dos veces. Primero contrae matrimonio por la ley civil y después por la islámica. "Eso quiere decir que se tiene también que divorciar dos veces. Si el marido pone problemas, que suele pasar, no se le reconoce el divorcio y no puede volver a los países musulmanes. Porque puede incurrir en una situación de adulterio. Yo podría haber acabado en la cárcel si volvía a mi país", advierte.

Lo que sufrió Shirin y lo que viven muchas otras musulmanes en España son las historias de mujeres "olvidadas" por la sociedad y encarceladas sus matrimonios. Se encuentran dentro de una situación que es desconocida por el resto de la gente y que nadie hace campaña para visualizarlas y que salgan del anonimato.

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