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Qué es el síndrome de la silla vacía y cómo afrontarlo

Este tipo de problema se agrava con la llegada de la Navidad

El duelo es el proceso psicológico por el cual una persona supera la pérdida de un ser querido. En cada caso particular, este puede llevar más o menos tiempo, y en función de la persona es posible superarlo de una manera u otra. No hay una norma escrita en estos casos, y lo más recomendable siempre es acudir a un especialista capaz de indicar cómo superar estas difíciles situaciones, que se agravan en fechas tan señaladas como la Navidad. Sentarse alrededor de la mesa y pasar el tiempo junto a nuestros seres queridos hace más evidente y pone más de manifiesto la falta de una persona en el hogar. Esto es lo que se conoce como el síndrome de la silla vacía.

El síndrome de la silla vacía consiste en la sensación de tristeza y nostalgia agudizada en determinadas épocas del año. Tal y como informan psicólogos y especialistas en salud mental, al atravesar el duelo ciertos aspectos y emociones negativas se intensifican durante la Navidad. El propio nombre es símbolo de lo que realmente piensan las personas que tratan de superar la pérdida: observar una silla que solía estar ocupada, pero ahora se encuentra vacía.

Cómo superar el problema

Los psicólogos hablan de cuatro formas de afrontar el síndrome de la silla vacía que pueden ayudar a superarlo con mayor facilidad. La primera de ellas es no convertirlo en un tema tabú. Aunque muchas veces no apetezca hablar del tema y compartir el dolor, hacerlo puede ayudar a percibir el apoyo de los demas y compartir experiencias, algo que ayuda a sanar. Además de esto, la segunda manera de superar el síndroma y trabajar en el duelo es realizar actividades.

La apatía es una de las emociones más frecuentes y normales en estos casos. No tener ganas de hacer nada o de salir de casa es habitual, pero tratar de realizar actividades cómodas de forma habitual es algo muy positivo. Darse permiso para sentir emociones positivas sin culpabilidad es igual de importante que permitirse sentir las emociones negativas. Así, compartir el dolor y evitar el clásico "bien, gracias" permite a los demás tratar y comprender cómo pueden ayudar.

Imagen de un hombre con depresión

Finalmente, tratar de asistir a las reuniones familiares celebradas en Navidad también es positivo, siempre sin forzar demasiado y aceptar que se trata de de momentos difíciles. De igual manera, no aislarse es el objetivo final, por lo que adaptar los distintos escenarios o reducir el número de encuentros es igual de válido, siempre que se mantengan ciertos momentos para disfrutar junto a la familia y amigos. No tratar el tema como algo tabú y recordar al ser querido con amor son diversos consejos de los especialistas para atravesar estas fechas de la mejor forma posible.

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