Marruecos quiere más lluvia. Para ello, el país africano ha comenzado sus planes de siembra de nubes y así potenciar los niveles de precipitación, pues actualmente se enfrentan a un episodio grave de falta de recursos. Un problema que arrastra desde hace muchos años ya.
Según informan desde eltiempo.es, ante la creciente crisis hídrica que azota el norte de África, Marruecos ha intensificado sus esfuerzos para incrementar las precipitaciones a través de la siembra de nubes. Esta técnica, que consiste en introducir partículas en las nubes para estimular la formación de gotas de lluvia, ha sido objeto de un ambicioso plan de inversión por parte del gobierno marroquí, destinando cerca de 10 millones de euros desde 2023.
No obstante, hay que tener en cuenta que la siembra de nubes no es algo tan innovador, pues se lleva practicando varias décadas con resultados diversos. Desde la década de 1980, Marruecos lleva investigando diferentes métodos para aumentar los suministros de agua mediante la modificación del clima, también conocida como geoingeniería climática.
La siembra de nubes, ¿un peligro para España?
Si bien esta iniciativa busca aliviar la sequía estructural que afecta a Marruecos, ha generado preocupación en países vecinos, especialmente en España. Expertos advierten que la manipulación artificial del clima puede tener consecuencias impredecibles a largo plazo, afectando los patrones de lluvia y, por ende, la agricultura, la biodiversidad y los recursos hídricos de toda la región.
- Inundaciones y erosión. Un aumento significativo de las precipitaciones en zonas no preparadas para ello podría desencadenar inundaciones y erosionar los suelos, con graves consecuencias para la agricultura y los ecosistemas.
- Impactos en la biodiversidad. La alteración de los patrones climáticos podría afectar negativamente a la flora y fauna de la región, poniendo en riesgo ecosistemas frágiles.
- Incertidumbre sobre los efectos a largo plazo. La geoingeniería climática es un campo en constante evolución, y los científicos aún no comprenden completamente sus implicaciones a largo plazo.
Ceuta y Melilla, en alerta
Las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla, situadas en el norte de África, son las más expuestas a los posibles efectos de la siembra de nubes en Marruecos. Un aumento de las precipitaciones en la zona podría provocar inundaciones y deslizamientos de tierra, poniendo en riesgo a la población y a las infraestructuras.
Ante esta situación, expertos y organizaciones internacionales hacen un llamado a la cooperación entre países para abordar de manera conjunta los desafíos relacionados con el cambio climático y la gestión de los recursos hídricos. Es fundamental llevar a cabo estudios exhaustivos y evaluaciones de impacto antes de implementar cualquier proyecto de geoingeniería climática, y garantizar que se respeten los principios de precaución y equidad.